El Juzgado número 6 de zamora ha ordenado la subasta del "hotel situado en la carretera Villacastín a Vigo", ubicación que coincide con la del inmueble del Hotel Rey Don Sancho, acción judicial impulsada por un banco para resarcirse de la deuda de 649.206,09 euros que mantiene pendiente de cobro. Por el momento, no se han recibido pujas, de acuerdo con la información publicada en el portal de subastas del Ministerio de la Presidencia.

Los bienes por los que cualquier ciudadano o empresa interesada puede realizar una oferta hasta el 20 de marzo, el próximo miércoles, no están tasados, si bien el valor de la subasta asciende a 3.005.060,52 euros, según los datos oficiales que se reflejan en el portal de subastas. A última hora de ayer, no se había registrado ninguna puja, a pesar de haber transcurrido trece días desde que se hiciera pública, el pasado 28 de febrero.

Aunque no hay una cantidad mínima para la subasta, sí que se establecen tramos de 100 euros y un importe de depósito para poder participar de 150.253,03 euros. En la documentación que se aporta no aparecen las cargas que pudieran pesar sobre el inmueble, para lo que se remite a los interesados a consultar el Registro de la Propiedad donde está inscrito el inmueble rehabilitado 1980, cuando era propiedad de los hermanos Rodríguez San León, y, con posterioridad, en 1999, cuando se acometió otra obra, en la que se incluyó una nueva cafetería, para modernizar las instalaciones y dotar el hotel de 70 habitaciones. Más adelante, el nuevo propietario creó los espacios de los jardines del Rey Don Sancho para celebrar bodas y otros eventos al aire libre, con amplias carpas.

El inmueble y la parcela sobre la que se levanta estaba en manos de la empresa Roferal 99 Hostelería S.L. en el año 2015, mientras que la cafetería era de la sociedad Constrifer; y la gestión del hotel corría a cargo de la sociedad Hotel Rey Don Sancho S. A., que pertenecía en casi su totalidad a la primera de las sociedades mencionada. Hotel Rey Don Sancho tenía arrendada el inmueble a Roferal para la explotación del negocio de hostelería y de alojamiento que completaban la actividad, según las fuentes consultadas. El edificio se levantó en 1950 como hostal de carretera, con 15 habitaciones. La primera ampliación llegaría en 1975, con el acondicionamiento de un total de 65 habitaciones, así como amplios salones para dar comidas y una sala de fiestas.