Nacido en Madrid, pero con sangre andaluza y manchega, el joven bailaor Mario Bueno conquistó ayer al público del Teatro Ramos Carrión con su espectáculo "Mi tiempo". Un montaje audiovisual que escapa más allá de las actuaciones flamencas al uso al fusionar distintas disciplinas como la danza árabe, contemporánea y clásico español, además del flamenco. Con tan solo tres años, Mario Bueno dio sus primeros pasos de baile poco después de aprender a caminar. A los cinco, comenzó su formación y a los dieciséis ofreció su primer espectáculo. Así, con quince años de experiencia a sus espaldas pese a su juventud, ayer regresó a Zamora para presentar a los espectadores su nueva propuesta artística en la que a través de alegrías, sevillanas, tangos, bulerías y fandangos y otros estilos más clásicos relató una historia de pasiones como el amor y el desamor, el éxito o el fracaso, acompañado de las bailarinas Laia Salvador y Rocío Márquez además de cinco músicos. Una puesta en escena arriesgada aplaudida por el público que durante dos horas disfrutó del talento del joven bailaor tras sus actuaciones en Toro, Sanzoles, Roales o la capital en los últimos años. Su próxima parada será el auditorio Paco de Lucía.