El juez de guardia decretó ayer libertad con cargos para dos jóvenes acusados de atentado a la autoridad por agredir a dos policías nacionales cuando trataban de cruzar la carretera en la noche del jueves, en las inmediaciones del auditorio municipal, por una zona no acotada para ello, y los agentes dieron el alto a uno de ellos.

El incidente, durante el cual los dos funcionarios sufrieron heridas leves, tuvo lugar hacia las 21.00 horas, en las inmediaciones del aparcamiento de los autobuses urbanos, cuando uno de los vehículos de transporte público estaba estacionado y a punto de abandonar la parada hacia el centro de la ciudad. Los dos jóvenes aceleraron el paso para intentar llegar antes de que el autobús abandonara la parada, según ha podido saber este diario de fuentes próximas al caso.

La denuncia indica que cuando uno de los policías instó a uno de los arrestados a no pasar por la carretera y se dirigió hacia él para impedírselo. Los agentes aseguran que tanto este joven como su amigo se empeñaron en pasar la calle y que en ese momento se desató el altercado. Uno de los jóvenes reaccionó de forma violenta propinando un puñetazo al agente. Casi simultáneamente, su amigo irrumpía en la escena en ayuda de su amigo, así como otro policía, que recibió patadas por parte de los dos ciudadanos, según el relato hecho ante el juez de guardia por los agentes.

La detención fue inmediata, así como su traslado a la Comisaría de Zamora, donde permanecieron toda la noche arrestados hasta ser trasladados a los juzgados a media mañana de ayer y comparecer pasada la una de la tarde ante el magistrado.

Los dos investigados niegan haber lanzado patadas o puñetazos a los policías. Aseguran que iban a cruzar la carretera de Salamanca en dirección a la parada del autobús urbano por una zona por la que, efectivamente, no se podía pasar, y que uno de los dos policías, sin mediar palabra, le cortó el paso, pero que en ningún momento ni él ni su amigo reaccionaron con violencia. Mucho menos que agredieran a los agentes.

Los jóvenes se enfrentan a multas por el delito de atentado contra la autoridad, posiblemente a la pena mínima porque las consecuencias del altercado han sido menores, ya que los dos funcionarios de la Policía que les denunciaron han sufrido lesiones muy leves, según los datos que han trascendido, si bien este tipo de delitos conllevan penas de prisión que pueden ir de uno a cuatro años, según la gravedad del acto. Los dos amigos abandonaban los juzgados de la capital con la condición de investigados, tras la apertura de diligencias judiciales.