"La sociedad es muy, muy, muy machista". Amaranta Ratón lo tiene claro. La alcaldesa de Faramontanos de Tábara, del Partido Popular, reclama más trabajo y más educación para que la igualdad se haga efectiva. En política, como en muchos otros ámbitos, todavía está lejos: "Cuando hay un Pleno, y me dirijo a esos hombres mayores que yo, se nota que no les gusta que sea una mujer la que manda", explica la responsable municipal. Cuando esa percepción se traslada a las cifras, el resultado es una realidad que muestra que, en Zamora, tan solo 43 mujeres gobiernan un ayuntamiento.

Esto supone un 17,33% del total. Dicho de otro modo, más de un 80% de los alcaldes son hombres. Y Zamora no es ni siquiera una de las diez provincias con menor número de mujeres con bastón de mando municipal. A la cola aparecen Soria (9,89%), A Coruña (12,9%), Salamanca (12,98%) y Ourense (13,04%). Por arriba, Murcia es la región más paritaria, con más de un 35% de sus ayuntamientos comandados por una mujer. Lejos aun así del equilibrio.

En el conjunto del país, además, todavía hay 22 capitales de provincia que no han tenido alcaldesa en más de 40 años de democracia. Zamora sí contó durante ocho años con Rosa Valdeón, y con dos mujeres al frente de la provincia: Pilar Álvarez (1999-2003) y Mayte Martín Pozo, desde el 2015 hasta la fecha.

Las que están al mando todavía tienen que aguantar, en ciertos casos, comportamientos deleznables, según cuenta Guadalupe Carracedo, alcaldesa de Porto de Sanabria: "Se creen que, por ser mujeres, no tenemos que opinar sobre según qué temas. En mi caso han llegado a acosarme con ciertos comentarios e incluso a intentar atemorizarme", advierte la responsable de Ciudadanos, que coincide con Ratón: "He sufrido machismo en el ejercicio de mi cargo".

No llega a tanto en su testimonio Leonor González, la alcaldesa socialista de San Cristóbal de Entreviñas, que apunta más al punto de partida como diferencia esencial entre hombres y mujeres en el camino hacia el poder político: "Parece que nosotras tenemos que demostrar más", señala la responsable municipal, que rompe una lanza en favor del mundo rural: "No creo que existan ya las diferencias de antes con la ciudad. Son mundos muy permeables".

Su vecina de comarca, Elsina Fernández, que gestiona los asuntos de Morales de Rey como responsable de Ahora Decide, sigue la misma línea: "Tradicionalmente hay más dificultades y cuesta más que confíen en nosotras", opina la alcaldesa.

Desde luego, el predecesor de Berna Miguel al frente del Ayuntamiento de Roales no ponía demasiadas esperanzas en el futuro del pueblo de la mano de la nueva alcaldesa, según narra ella misma: "Me dijo que quedaría bien en la foto, pero que gestionar era otra cosa", recuerda la representante de Adeiza, que incide en la presencia de "micromachismos" en el día a día y que defiende su labor: "Soy bastante persistente y algún concejal se ha llevado más de un zasca".

En su caso, Ana Belén González, alcaldesa de Villaralbo, manda en el ayuntamiento más grande gobernado por una mujer en la provincia: "En algunos casos, aún notas que hay personas que se dirigen más al teniente de alcalde, que es hombre", asegura la mandataria de IU.

Fuera del ámbito local, todos los partidos con opciones de ganar las elecciones generales del 28 de abril presentan a un hombre como candidato. España no ha tenido aún ninguna presidenta del Gobierno, y esa posibilidad continúa lejos en el horizonte: "Está muy de moda y es muy bonito tener una mujer al lado pero, claro, no de primera", critica Amaranta Ratón. "Todavía hay demasiadas reticencias a que haya una mujer al frente", añade Ana Belén González.

Mientras tanto, el trabajo continúa. Por los pueblos y contra quien se ponga por delante. Hasta que llegue el día en el que las alcaldesas dejen ser minoría en la política.