La relación del profesor Iván del Arco, director de la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Zamora, con el universo Disney viene de largo. Exactamente, desde que realizó su tesis doctoral, que volvió a recuperar hace dos años para culminar el estudio. "Pretendía dar la seriedad que se merece a todas estas obras de arte de pleno derecho, denostadas o minusvaloradas desde el ámbito histórico-artístico", resume el ponente que, junto a su compañero de la Escuela de Magisterio, Javier Cruz Rodríguez, participó en la última sesión de CulturAlcampus con la conferencia "Arte, música y didáctica en el discurso narrativo y simbólico de la factoría Disney".

"La historia del arte tenía una deuda con el cine de animación", asegura Del Arco, quien comenzó su estudio monográfico con "Blancanieves". Bajo la tutela de Cruz, codirector de su tesis, el trabajo se ha ampliado al ámbito de la música. "Es una bella historia, con una bella intención académica, que se merecen estas bellas obras de arte", resumen.

Su calidad artística es lo que más destacan estos autores. "El cuidado análisis previo, la adaptación del guión al 'story board' y la cuidada dirección artística las convirtieron en un hito en cada momento", aseguran. Algo que lo convirtió en "referente". Consideran que Walt Disney "tenía las ideas muy claras de cómo debían ser sus películas, unas cintas que se caracterizan por ser un eslabón fundamental de la herencia de la estética del Romanticismo ya adentrado en el siglo XX, siendo esta otra cuestión de gran relevancia y singularidad en la praxis cinematográfica de animación".

Este cine ha ido evolucionando, según estos autores, por tres caminos. "Por un lado, la técnica, la cual se ha ido mejorando paulatinamente; por otro, la estética, que ha evolucionado acorde a sus tiempos contemporáneos, aunque sin dejar de lado su condición fílmica y su trasfondo temático, que ha hecho que se mantengan una tendencia global más unitaria, en torno a la cual se aprecian guiños puntuales a otras estéticas y resultados formales que enriquecen las piezas". Aquí están los ejemplos de aspectos expresionistas o surrealistas de algunas producciones. "Por último, habría que hablar de la evolución simbólica, de aquello que quieren mostrarnos y que, salvando la distancia de las temáticas y sus condicionantes exegéticos, siempre buscan realizar guiños o acercarse a la realidad de su tiempo", completan.

Quizá poco tenga que ver aquella "Blancanieves" con el actual "Ralph rompe Internet", pero los profesores aseguran que el carácter universal de Disney "las convierte en piezas atemporales, que suelen encantar a la mayoría de los niños de hoy" y esto puede deberse a que el público infantil "tiene unos gustos más estandarizados que los adultos. La sencilla y repetitiva estructura que mantienen todas las películas les facilita el discurso y su compresión, lo cual provoca que les atraiga y entretenga", consideran. Sobre todos temas, estos siguen siendo los del heroísmo, la leyenda o el costumbrismo, "pero se adaptan a nuestro tiempo gracias a la personalidad de los protagonistas", puntualizan.

Las nuevas tecnologías digitales y la adquisición de Pixar o Marvel son claros ejemplos del objetivo de Disney por mantener la hegemonía, "si bien su canal televisivo y los largometrajes con los videojuegos asociados mantienen el espíritu con el que se fundó", valoran. Por eso, subrayan que se sigue buscando "un producto cuidado, con calidad artística a través de un profundo estudio compositivo, estructural y estético, especialmente pensado para los reyes de la fantasía y la imaginación: los niños".