El ladrón admitió haber entrado a la tienda de electrónica Worten para llevarse dos vídeo consolas valoradas en 650 euros y se conformó con la pena de seis meses de prisión que le exigía el Ministerio Fiscal y a los que acaba de ser condenado en el Juzgado de lo Penal. La magistrada el aplicó, a petición de la Fiscalía, las atenuantes de arrepentimiento y reconocimiento de los hechos, circunstancias a las que se sumó el que no tenga ancedentes penales.

No obstante, está pendiente de ser juzgado por otro robo cometido en el mismo establecimiento, en el que actuó con otros dos individuos, todos ellos reconocidos por un el guarda de seguridad de la tienda, quien observó que eran los mismos que días atrás habían sustraído diversos artículos. Los tres hombres lograron huir en un vehículo que les esperaba estacionado en el aparcamiento del centro comercial de Vista Alegre, donde se ubica la tienda. La rapidez con la que actuó el empleado permitió detener a los sospechosos.