Pollos y periquitos, Marta Sánchez cantando a las tropas, abejas, una galería de cuadros... Con los complejos en casa y la fiesta encima, cerca de ochocientos zamoranos salieron ayer en desfile con sus mejores galas carnavaleras para hacer las delicias de los centenares de personas que se amontonaban en las aceras. En uno de los despliegues más importantes que se recuerdan, la comitiva completó el recorrido situado entre la avenida de Cardenal Cisneros y la Plaza Mayor. Una veintena de agrupaciones y seis carrozas conformaron el grupo que desembocó unido en la carpa frente al Ayuntamiento, donde los integrantes de Swing Zamora ofrecieron un espectáculo al que se sumaron familias enteras.

La jornada dominical vivió, como ocurre tradicionalmente, el primer gran desfile de este Carnaval. No obstante, la mañana arrancó con talleres infantiles sobre la fiesta y diversas actividades para los más pequeños en la carpa de la Plaza Mayor. Ya en la tarde, el plato fuerte de estos días congregó en las calles de Zamora a centenares de personas deseosas de ver las creaciones de este nuevo año. Un desfile que no pasó desapercibido por la cantidad de sonidos, música y color que los participantes introdujeron en su recorrido para conseguir el fin último de esta cita: objetivo, juerga.