Como ya aventuraba el orden del día, el Pleno ordinario de la Diputación de Zamora celebrado ayer volvió a carecer de contenido, más incluso que las dos sesiones realizadas en lo que va de 2019. Tanto es así que, en media hora, ya se había levantado la sesión. Aprobaciones de actas y daciones de cuenta de informes rellenaron un nuevo Pleno de puro trámite en el que, por reseñar algún hecho noticiable, no funcionó el sistema de votación electrónica estrenado a mediados del pasado mes de enero. Tras diez minutos de intentonas fallidas para poner en marcha el nuevo mecanismo y ante el apremio de la presidenta Mayte Martín Pozo en dar comienzo a la sesión, el secretario dio el visto bueno a celebrar la convocatoria sin electrónica de por medio.

Así, de vuelta al método tradicional, el Pleno comenzó con un minuto de silencio en recuerdo de Luis Cid Fontán, el que fuera presidente de la Diputación entre 1983 y 1991, además de procurador de las Cortes de Castilla y León hasta finales de los años noventa, fallecido el 11 de febrero.

Y al margen del regreso al sistema de votación a mano alzada y del recuerdo al mandatario popular, el Pleno no tuvo más miga que contar. Si acaso, las contestaciones de la presidenta y los grupos de la oposición: PSOE e Izquierda Unida. Con su habitual carácter, Martín Pozo repelió todas las embestidas de los grupos. El primero en salir trasquilado fue Antonio Plaza. Durante el debate del punto número siete, relativo al informe de estabilidad presupuestaria, el portavoz socialista cuestionó el legado que iba a dejar la dirigente popular tras cuatro años de mandato. Una duda que fue respondida así: "Le aseguro que el legado del equipo de Gobierno será mejor que el que deja usted como líder de la oposición". La siguiente en recibir una contestación fue Laura Rivera. Después de excederse en el tiempo en la defensa de una moción, la portavoz de IU fue apercibida. "Bueno, era por despedirme", justificó. "Me parece estupendo, la damos ya por despedida", le replicó la presidenta".

Tras el primer rifirrafe, Plaza volvió a ser el protagonista de otro intercambio de zascas. "No se ponga a la defensiva, que no estamos en campaña todavía", le recomendó el responsable socialista. "Yo desde luego no estoy en campaña, usted no creo porque no sé si se presenta a algo", azuzó.

Las mociones propuestas por Izquierda Unida en apoyo a las reivindicaciones del movimiento feminista de cara al 8M y de los abogados del turno de oficio, al igual que la famosa moción de los remanentes del PSOE, fueron tumbadas por los votos en contra del Grupo Popular y Mixto.