Parte del equipo directivo y docente del colegio María Inmaculada -perteneciente a la fundación Trilema- participó en unas jornadas en Madrid sobre "Innovación y gestión del cambio de los centros educativos", junto a más de trescientos asistentes entre educadores, equipos directivos e instituciones de toda España.

Bajo el lema "Escuelas con Futuro", se diseñó un evento para ampliar la visión de los participantes con un objetivo final: servir de momento de encuentro de los diferentes centros educativos que forman parte de la red creciente #EQAp (Escuelas que aprenden) y abrir las puertas a cualquier escuela o docente que quiera seguir aprendiendo. Se trata de una red creciente de escuelas impulsada por la fundación Trilema, a la que actualmente pertenecen más de 20 centros educativos de dentro y fuera de España. Aglutina escuelas con gran diversidad, que apoyan sus procesos de mejora en el modelo Trilema de innovación y gestión del cambio.

La apertura de las jornadas estuvo a cargo de la presidenta de la fundación, Carmen Pellicer, quien, tras dar la bienvenida a los asistentes, habló sobre "Educar para la felicidad". Abordó así una de las grandes preocupaciones de los educadores en el acompañamiento hacia la adolescencia, como es "conseguir que los alumnos saquen lo mejor de sí mismos, sepan gestionar su inteligencia, y que en este proceso sean felices". En este aspecto, la presidenta de la fundación Trilema insistió en que "es responsabilidad de la escuela pero también del entorno conseguir que el niño sea feliz".

Carmen Pellicer advirtió de que lo primero que se necesita "es romper con la idea de que la inteligencia es algo fijo y estanco para centrar el entrenamiento de la inteligencia de los niños y jóvenes en sus fortalezas". "Hay que potenciar lo que el niño hace bien, saber cuáles son sus capacidades y cualidades para ayudarle en su aprendizaje y la comprensión del mundo que les rodea", afirmó.