La venta de miel casera en mercadillos medievales le acaba de costar una multa de 540 euros al propietario del producto, condenado por el Juzgado de lo Penal por comercializar el producto sin disponer del certificado de registro correspondiente y de precintos erróneos.

El productor, que dispone de la documentación exigida para vender vinos de producción propia, admitió minutos antes de iniciarse el juicio que nunca había legalizado la comercialización de la miel que ofrecía en el punto de venta que montaba en mercadillos medievales.

La denuncia permitió detectar, igualmente, que el dispensador tenía a la venta botellas con irregularidades y que también comercializaba como propios productos lácteos que previamente compraba en superficies comerciales. El delito por el que se le condena es de falsificación de documento público, ya que la inspección de este tipo de productos correspondería a Sanidad de la Junta de Castilla y León y, de contravenir la norma, conllevaría sanción administrativa.