Javier Manteca ha sido, hasta hace apenas unas semanas, decano del Colegio de Ingenieros Civiles de Castilla y León. Tras dar el relevo a un nuevo equipo, Manteca encara una nueva etapa profesional, hace balance de los últimos años al frente del colegio y reivindica mayores inversiones en infraestructuras de las administraciones públicas. "Eso también es gasto social", asegura.

-Hace poco que ha dejado de ser decano del Colegio de Ingenieros Civiles de Castilla y León. ¿Qué balance hace de esa etapa?

-Este mismo mes nos ha tocado renovación de cargos y la junta directiva del colegio ha cambiado. En general creo que el balance es bueno, hemos hecho un buen trabajo durante los últimos cuatro años.

-¿Cuál es la situación del sector?

-El sector va a mejor. No cabe duda de que si la economía mejora, la situación de los trabajadores también. A nivel general hablamos de unas tasas de paro del quince por ciento y los ingenieros civiles están en el siete. Cada vez hay más trabajo. El colegio gestiona muchas ofertas de empleo, prácticamente todas las semanas enviamos a nuestros colegiados ofertas de trabajo.

-Supongo que, pese a todo, están muy afectados por el parón de la obra pública.

-Por supuesto. España ha abandonado las grandes infraestructuras. Hemos pasado del extremo de hacer cosas que no se usan, como el famoso aeropuerto de Castellón, a no mantener carreteras o depuradoras. Europa multa a España con casi veinte millones de euros cada año porque la depuración de aguas no es la correcta, porque no cumplimos con los estándares. En seguridad vial en las carreteras España ha retrocedido veinte o treinta años, algo que pasa con muchas infraestructuras. Desde el Colegio de Ingenieros Civiles defendemos que la inversión en infraestructuras también es gasto social. Dentro de mi decanato hemos intentado poner esto en valor. La ingeniería civil tiene valor social, sobre todo la relacionada con carreteras y potabilización. Hace poco nos hemos reunido con los grupos parlamentarios que están en las Cortes y todos coincidían en darnos la razón en este aspecto.

-Llaman la atención sus afirmaciones. La administración siempre justifica el parón de la obra nueva apuntando que la conservación de carreteras está en aumento. ¿Indican que esto no es así?

-Esto es falso y es sencillo de comprobar. No entramos en la inversión de obra nueva, que está en unos niveles demasiado bajos, pero si cogemos los datos de conservaciones y contratos de explotación vemos que se llevan bajando seis u ocho años. No se puede decir que las administraciones estén invirtiendo más. Siempre pongo el mismo ejemplo. Si yo antes ganaba mil euros y me lo reducen a cuatrocientos, podemos decir que he tenido un aumento del 25% si un día paso a ganar 500. Pero la realidad es que gano la mitad que antes, y esto pasa con las inversiones. Han subido en los últimos años, pero es que venimos de una caída estrepitosa. La ingeniería civil se ha destrozado. Todo el dinero que nos ha dado Europa lo hemos gastado en obras difíciles de explicar.

-Vamos, que no se ha superado el bache de la inversión.

-No, claro. Está por los suelos. Otra cosa es que queramos ser positivos y decir que se está invirtiendo más que hace un par de años. La tendencia es ascendente, cierto, pero la situación no es buena.

-Hablemos de depuración de aguas. La labor de los ingenieros es más visible cuando se habla de carreteras y grandes obras, ¿qué se está haciendo en este sentido?

-Ahora mismo estamos haciendo un proyecto para retirar aguas residuales de una playa. ¿En España se hace esto, de verdad? Pues sí, aunque parezca tercermundista. Las aguas no se depuran al nivel que Europa nos exige, tenemos infraestructuras paradas porque se han diseñado mal. Hay muchos municipios en Zamora y en Castilla y León que no tienen prácticamente depuración de aguas, cuyas fosas sépticas están colmatadas, en las que no se hace limpieza. Si cogemos la estadística nos dirá que la mayoría de los municipios tienen depuración de aguas, pero no es cierto. Parece que esto no pasa en España pero sí sucede. El problema no es si los ingenieros civiles tenemos o no trabajo, el problema es que la inversión no se dirige a donde debería.

-¿Qué inversión haría falta para solucionar todo lo que usted está poniendo encima de la mesa?

-No lo tenemos provincializado pero los últimos datos hablan de una inversión de siete mil millones solo para mejorar las carreteras, de 30.000 millones para cumplir con los parámetros de seguridad que nos exigen. Nos hemos abandonado durante muchos años y las cifras ahora son muy grandes. Las infraestructuras en España carecen de mantenimiento y es necesario invertir mucho dinero.

-De sus palabras se desprende una crítica al sistema político.

-Los políticos muchas veces dan soluciones que no son correctas. Son ellos los que deciden qué hay que hacer sin tener en cuenta los parámetros técnicos. En depuración muchas veces se dan soluciones que no son las óptimas pero que benefician de cara a las elecciones. Lo mismo con las carreteras. Interesa más invertir en unas zonas que en otras cuando lo que debería primar es el buen estado de la red de carreteras. En todos esos puntos trabajamos los ingenieros civiles, pero se nos ha dado de lado y no se nos consulta.

-Ahora viene la campaña electoral y habrá anuncios de obras, como siempre. ¿Nada nuevo bajo el sol, cierto?

-Es evidente. Ahora nos encontramos en el momento en el que la Diputación, Ayuntamiento y Junta más invierten. Nos alegramos, pero esto hay que mantenerlo durante los cuatro años. Como ciudadano puedo entender que durante tres haya menos actividad y que en año electoral aumente la inversión, pero lo que no entiendo ni yo ni el colegio es que las obras prácticamente se paren durante tres años. Hay que invertir en carreteras todos los años. Hay que invertir en depuración todos los años. No vale con decirlo en campaña electoral, hay que hacerlo.

-Reivindican, por tanto, más influencia.

-Todavía hoy se pone encima de la mesa que las administraciones públicas realizan obras sin tener proyectos. Hace poco nos comentaron que un pueblo de Castilla y León había hecho una pequeña obra en un puente sin siquiera tener proyecto, sin tener en cuenta a nadie, ni a la Confederación Hidrográfica ni a los ingenieros.

-Sin embargo, las administraciones públicas tienen en nómina ingenieros civiles. ¿No son suficientes?

-Poniendo como ejemplo la Diputación, se ha pasado de seis ingenieros civiles a cuatro. Yo creo que la situación actual no explica ese cambio. Ya sin hablar de la Diputación, lo que es inadmisible es que se den funciones de ingenieros civiles a gente que no lo es, esto no pueden hacerlo las administraciones públicas, pero lo hacen.

-¿Es decir, las administraciones incumplen la ley?

-En muchos casos sí. Como lo hacen al no exigir la colegiación obligatoria para las profesiones reguladas. Esto también tendríamos que explicarlo en las facultades. También en Zamora, donde se gradúan muchos estudiantes que salen al mercado laboral sin conocer la realidad del sector en que se van a mover.

-Hablemos de la Escuela Politécnica. Sus relaciones son muy intensas con la institución, ¿cierto?

-Sí. A mí me parece vergonzoso que Zamora tenga una Escuela Politécnica como la que tiene, con un valor fundamental para el futuro de la ciudad y de la provincia, y que sea el Colegio de Ingenieros Civiles de Castilla y León la institución que, con creces, más dinero a atraído a la universidad de Zamora. Más de dos millones de euros en los últimos años. Que alguien nos diga si ha hecho algo parecido en Zamora. Las instituciones hacen el paripé con la Escuela Politécnica. ¿Qué inversiones ha hecho el Ayuntamiento en los últimos tiempos? Nada. Aparece la asociación de empresarios Zamora 10 y van encaminados a la Escuela Nacional de Industrias Lácteas que pretenden poner en marcha pero no se preocupan de la Escuela Politécnica.

-Entiendo que se sienten un poco "solos".

-Es un compromiso del colegio. A mí lo que me gustaría es no tener que decir esto, que las instituciones apoyaran más y que si yo hablo de dos millones, otros dijeran que han atraído más. Nosotros a través de unos cursos hemos conseguido que a Zamora vengan cántabros, catalanes, madrileños, andaluces... Eso también es atraer población y en eso debería estar toda la sociedad. Por eso me llama la atención que surjan colectivos, en este caso de empresarios, que hablen de infraestructuras y que no tengan en cuenta a los colegios profesionales para establecer ideas. Las instituciones tienen a sus técnicos, pero esos movimientos sociales que hablan tantísimo de lo que hay que hacer deberían contar con la opinión de los profesionales, que casi tendrían que abanderar esos proyectos. El ciudadano tiene derecho a opinar de lo que considere, de si una carretera es más importante o lo es otra, de si el Mercado de Abastos tiene que modernizarse o no, pero debería respetarse la opinión de los profesionales. Cuando uno va al médico y dice que le duele el estómago, se fía de lo que el médico le propone para mejorar la situación. En el tema de las infraestructuras debería ser igual. Hay profesionales que sabemos de esto, que nos dedicamos a esto y que estamos formándonos continuamente para ello.

-Volviendo a la universidad, parece que la falta de alumnos podría poner en cuestión algunas titulaciones. ¿Qué futuro le ve?

-En Zamora el futuro de la universidad es incierto por la falta de apoyo institucional. Repito, me parece vergonzoso que el principal apoyo llegue de los colegios profesionales. Me entristece que las instituciones públicas no apoyen a la Escuela Politécnica como un valor fundamental de Zamora. Tenemos una ciudad con una renta per cápita baja, con unas tasas de paro altas, y la Escuela Politécnica podría dar trabajo a muchas personas que no tendrían que irse de Zamora. Pero las inversiones, inexplicablemente, no llegan. Invirtiendo, por ejemplo, en cursos o conferencias, también se genera valor añadido. Muchas de las personas que estudian o vienen a un curso son de fuera o se marchan después fuera. Esas personas hablan de Zamora y consiguen aumentar el flujo de turistas. Con la universidad de repente surgen voces que dicen que habrá apoyo, pero eso nunca se concreta.

-Para terminar, volvamos a la situación de las obras en la provincia de Zamora. En los ´últimos años se ha terminado la obra de la autovía a Benavente, el AVE avanza ya con dirección a Galicia... Poco más en el horizonte, ¿no?

-No quiero ser pesimista, pero realmente no hay nada. La inversión que tenemos ahora en Zamora es debida al retraso de varios años en el gasto de las administraciones públicas.

-Si acaso, tenemos ahí el proyecto de desdoblar la Nacional 122, aunque nunca acaba de llegar.

-Con la autovía a Portugal siempre cuento la misma anécdota. En el año 1997 fui a un congreso de ingenieros civiles donde la Junta de Castilla y León ya hablaba de la autovía del Duero como eje vertebrador fundamental en la comunidad autónoma. 1997. Hace 22 años de esto y ese eje vertebrador no está hecho. Ahora cuando quieran invertir parece que tendremos que dar las gracias...

-Ahí tenemos un problema de seguridad vial.

-En los países más desarrollados están hablando de comodidad, de mejoras... pero en España no hemos llegado a eso y en Castilla y León, menos. Hablamos de seguridad. Detrás de todo esto, del mal estado de las carreteras, hay vidas humanas. Siempre nos dicen cuántas muertes causa el tabaco al año, pero no sabemos cuántas podrían haberse evitado si las carreteras españolas estuvieran en el estado de conservación debido.

"El futuro de la Politécnica es incierto por la falta de apoyo institucional".

"El futuro de la Politécnica es incierto por la falta de apoyo institucional".

-¿Es decir, las administraciones incumplen la ley?

-En muchos casos sí. Como lo hacen al no exigir la colegiación obligatoria para las profesiones reguladas. Esto también tendríamos que explicarlo en las facultades. También en Zamora, donde se gradúan muchos estudiantes que salen al mercado laboral sin conocer la realidad del sector en que se van a mover.

-Hablemos de la Escuela Politécnica. Sus relaciones son muy intensas con la institución, ¿cierto?

-Sí. A mí me parece vergonzoso que Zamora tenga una Escuela Politécnica como la que tiene, con un valor fundamental para el futuro de la ciudad y de la provincia, y que sea el Colegio de Ingenieros Civiles de Castilla y León la institución que, con creces, más dinero a atraído a la universidad de Zamora. Más de dos millones de euros en los últimos años. Que alguien nos diga si ha hecho algo parecido en Zamora. Las instituciones hacen el paripé con la Escuela Politécnica. ¿Qué inversiones ha hecho el Ayuntamiento en los últimos tiempos? Nada. Aparece la asociación de empresarios Zamora 10 y van encaminados a la Escuela Nacional de Industrias Lácteas que pretenden poner en marcha pero no se preocupan de la Escuela Politécnica.

-Entiendo que se sienten un poco "solos".

-Es un compromiso del colegio. A mí lo que me gustaría es no tener que decir esto, que las instituciones apoyaran más y que si yo hablo de dos millones, otros dijeran que han atraído más. Nosotros a través de unos cursos hemos conseguido que a Zamora vengan cántabros, catalanes, madrileños, andaluces... Eso también es atraer población y en eso debería estar toda la sociedad. Por eso me llama la atención que surjan colectivos, en este caso de empresarios, que hablen de infraestructuras y que no tengan en cuenta a los colegios profesionales para establecer ideas. Las instituciones tienen a sus técnicos, pero esos movimientos sociales que hablan tantísimo de lo que hay que hacer deberían contar con la opinión de los profesionales, que casi tendrían que abanderar esos proyectos. El ciudadano tiene derecho a opinar de lo que considere, de si una carretera es más importante o lo es otra, de si el Mercado de Abastos tiene que modernizarse o no, pero debería respetarse la opinión de los profesionales. Cuando uno va al médico y dice que le duele el estómago, se fía de lo que el médico le propone para mejorar la situación. En el tema de las infraestructuras debería ser igual. Hay profesionales que sabemos de esto, que nos dedicamos a esto y que estamos formándonos continuamente para ello.

-Volviendo a la universidad, parece que la falta de alumnos podría poner en cuestión algunas titulaciones. ¿Qué futuro le ve?

-En Zamora el futuro de la universidad es incierto por la falta de apoyo institucional. Repito, me parece vergonzoso que el principal apoyo llegue de los colegios profesionales. Me entristece que las instituciones públicas no apoyen a la Escuela Politécnica como un valor fundamental de Zamora. Tenemos una ciudad con una renta per cápita baja, con unas tasas de paro altas, y la Escuela Politécnica podría dar trabajo a muchas personas que no tendrían que irse de Zamora. Pero las inversiones, inexplicablemente, no llegan. Invirtiendo, por ejemplo, en cursos o conferencias, también se genera valor añadido. Muchas de las personas que estudian o vienen a un curso son de fuera o se marchan después fuera. Esas personas hablan de Zamora y consiguen aumentar el flujo de turistas. Con la universidad de repente surgen voces que dicen que habrá apoyo, pero eso nunca se concreta.

-Para terminar, volvamos a la situación de las obras en la provincia de Zamora. En los ´últimos años se ha terminado la obra de la autovía a Benavente, el AVE avanza ya con dirección a Galicia... Poco más en el horizonte, ¿no?

-No quiero ser pesimista, pero realmente no hay nada. La inversión que tenemos ahora en Zamora es debida al retraso de varios años en el gasto de las administraciones públicas.

-Si acaso, tenemos ahí el proyecto de desdoblar la Nacional 122, aunque nunca acaba de llegar.

-Con la autovía a Portugal siempre cuento la misma anécdota. En el año 1997 fui a un congreso de ingenieros civiles donde la Junta de Castilla y León ya hablaba de la autovía del Duero como eje vertebrador fundamental en la comunidad autónoma. 1997. Hace 22 años de esto y ese eje vertebrador no está hecho. Ahora cuando quieran invertir parece que tendremos que dar las gracias...

-Ahí tenemos un problema de seguridad vial.

-En los países más desarrollados están hablando de comodidad, de mejoras... pero en España no hemos llegado a eso y en Castilla y León, menos. Hablamos de seguridad. Detrás de todo esto, del mal estado de las carreteras, hay vidas humanas. Siempre nos dicen cuántas muertes causa el tabaco al año, pero no sabemos cuántas podrían haberse evitado si las carreteras españolas estuvieran en el estado de conservación debido.