El plan de liberación de la muralla exigirá de una intervención por parte del Estado inmediatamente después de su conclusión. Al menos, eso considera el Ayuntamiento de Zamora, dado que es el Ministerio de Cultura quien ostenta la titularidad del monumento. La capital lamenta que, durante los últimos años, nadie en Madrid ha movido un dedo para consolidar la fortificación medieval; ni en los Presupuestos Generales del Estado ni a través del denominado "1% cultural". Por ello, una vez terminado el proceso para despejar la avenida de la Feria, se contactará nuevamente con el Gobierno para trasladarle la necesidad de actuar, dado que continúan produciéndose desprendimientos en diferentes puntos de los recintos amurallados.

La caída de varios sillares de la fortificación en el entorno de Trascastillo, frente a Las Vegas, ha puesto una vez más sobre la mesa la necesidad de acometer un plan de mantenimiento y consolidación de las murallas. El concejal Romualdo Fernández ha asegurado a este diario que ya se ha dado cuenta del episodio a Patrimonio del Estado y a la Junta de Castilla y León, aunque por el momento no ha habido respuesta. "Se trata de un espacio de aproximadamente un metro cuadrado que se ha desprendido de la muralla en este punto", ha comentado. "Nuestro trabajo es inspeccionar lo ocurrido y asegurar la zona, pero quien tiene que actuar es el Estado", ha añadido el edil de Izquierda Unida.

Ante este nuevo episodio, en el seno del Ayuntamiento de Zamora consideran que ha llegado el momento de que el titular de las murallas adopte medidas para su conservación. Máxime, cuando dentro de pocos meses va a concluir la primera fase de liberación en la avenida de la Feria. "Una vez terminemos con los derribos que tenemos previstos, comunicaremos al Estado las obras realizadas y demandaremos una intervención", ha indicado Fernández. "Es una cuestión que hay que tomarse en serio; se debe acometer un plan de mantenimiento y consolidación por parte del propietario", ha defendido el edil encargado de Urbanismo.

Y es que, a medida que se van descubriendo nuevos tramos de muralla, también se identifican deficiencias en la estructura que deben ser subsanadas para conseguir una correcta conservación de este patrimonio único para la ciudad de Zamora. "Por el momento, la realidad es que se nos está haciendo poco caso a través de esas partidas nacionales, como puede ser la del 1% cultural o los Presupuestos Generales del Estado", ha reconocido Romualdo Fernández. Una situación que debería revertirse cuando culmine el último de los dos derribos planeados por el Ayuntamiento de cara a los próximos meses y para los que ya existe adjudicatario.

La conservación íntegra de la muralla de Zamora es una prioridad para el equipo de Gobierno, por lo que el objetivo es trasladar al Estado de una manera clara y concisa las necesidades existentes. La fortificación no puede seguir desprendiéndose en mitad de la desidia.