La muralla y el Puente de Piedra viajan cada año a Madrid a través de un papel para optar a las ayudas a la rehabilitación del patrimonio conocidas como "1% cultural". Una petición que, a menudo, ni si quiera tiene respuesta por parte del Ministerio, que lleva sistemáticamente negando los fondos año tras año. El Ayuntamiento de Zamora, si bien no ha terminado de tirar la toalla, sí que ha decidido comenzar a acometer con fondos propios la consolidación del viaducto sobre el Duero. Pero no se puede hacer lo mismo con las paredes defensivas. Para empezar, porque su titularidad es del propio Estado.

Los Presupuestos Generales del Estado tampoco han destinado en los últimos cursos ni un solo euro a la conservación de la fortificación, a pesar de que los zamoranos buscan cada año entre las cuentas estatales si ha caído alguna "pedrea". La realidad es que en la propia Casa de las Panaderas tienen la sensación de que la distribución de fondos para el mantenimiento de los Bienes de Interés Cultural fue cosa de los tiempos mejores y por ello ven complicado que pueda caer una lluvia de euros a corto plazo.

No obstante, el Ayuntamiento de Zamora mantiene su firme intención de insistir lo que haga falta al Estado para conseguir ese necesario plan integral de conservación y restauración de aquellos espacios en los que ya se han diagnosticado diferentes deficiencias con los últimos derribos efectuados.