Aunque la magistrada del Juzgado número 4 de Zamora impone a Iberdrola el pago de los 10.541 euros que una vecina de Muelas del Pan gastó en un hotel al ver suspendido el suministro eléctrico de su casa, en la sentencia admite la validez de la medida "cuando hay fraude", en este caso, cuando se comprobó que la propietaria del inmueble tenía enganchada la luz de su casa, apuntan desde la empresa. Se trata de una "conexión ilegal", añade la compañía eléctrica para indicar que con este tipo de actuaciones "pueden correr peligro las personas que habitan la casa y los vecinos" próximos al inmueble en el que se da ese consumo sin ningún tipo de control técnico. Si bien el pacto verbal por el que la compañía daba suministro gratuito a la anciana se admite como válido en el fallo judicial, del mismo modo, se "reconoce que la actuación de Iberdrola fue correcta" porque es la consecuencia de detectar un fraude, "cuyo coste pagan el resto de usuarios", agregan las mismas fuentes. "Todos pagamos el fraude porque esa energía se consume y recae en los bolsillos del resto", concluye la compañía.