"La prioridad es la Semana Santa, no la campaña". Así se expresaba ayer el líder popular Fernando Martínez Maíllo, convencido de que "hay tiempo para todo" y que hay que dejar a los zamoranos vivir las procesiones en paz. Y es que el calendario electoral coincide con muchas fiestas. La campaña electoral, en plena Semana Santa, que a mayores este año cuenta con otra fiesta, la del 23 de abril, día de Villalar al martes siguiente al Domingo de Resurrección y anterior a las elecciones. Se estrechan por tanto los márgenes, si bien es verdad que los 15 días de campaña oficial son un formalismo, porque los partidos, desde ya, ponen en marcha sus maquinarias de persuasión de cara a llenar las urnas de votos favorables a sus intereses.

El mismo día de la votación, 28 de abril, coincide con el Cristo de Valderrey; Benavente estará inmerso en las fiestas de La Veguilla, con la petición del toro al día siguiente; y en torno a esa fecha es la romería de la Luz en Moveros, lunes de aguas en Bóveda de Toro y Villabuena del Puente y fiestas en Villamayor de Campos, Bretó, Burganes, Entrala, Abelón o Vecilla de Trasmonte.