"Jubilación y soledad" fue el título de la conferencia que ayer impartió el profesor Ángel Sanz García, docente de la Escuela de Enfermería, dentro del ciclo CulturAlcampus, que ha regresado este cuatrimestre con diferentes charlas de expertos de todas las escuelas que acoge el Campus Viriato y que están abiertas cada miércoles (17.00 horas) tanto a los miembros universitarios como a los zamoranos en general. Sanz García ahondó sobre la relación entre la etapa de la jubilación y la sensación que muchas personas tienen de soledad tras llegar a ese merecido descanso tras décdas de vida laboral. Las actividades de ocio, el apoyo de familia y amigos o buscar algunas aficiones son las opciones que se valoran para disfrutar de esta época.

-¿Por qué va asociada la jubilación con la soledad para muchas personas?

-La existencia humana gira en torno a dos ejes principales que la estructuran y definen: el trabajo y la familia. Cualquier cambio sustancial que afecte a uno de estos dos ejes representa un riesgo más o menos elevado para la aparición del sentimiento subjetivo de soledad.

-¿Con qué talante se debería tomar esta etapa de la vida?

-Se debería concebir la jubilación como una etapa de merecido descanso, como una etapa de liberación personal, en la cual se tiene la oportunidad de iniciar actividades creativas y de desarrollo personal.

-¿Cuáles son los beneficios de esta nueva etapa que se deben reforzar para evitar caer en depresión?

-La desvinculación del mercado laboral nos proporciona un cambio en el cual se deberían reforzar, por un lado, las relaciones familiares, y por otro, todas aquellas actividades relacionadas con ese aumento del tiempo libre del que se va a disponer en estas circunstancias, desde amistades hasta relaciones sociales y actividades extradomésticas.

-¿Qué consecuencias puede tener no disfrutar de esta etapa como bien se merece tras años de trabajo?

-Lo más frecuente es adoptar respuestas personales como la pasividad, el sentimiento de inutilidad y la dependencia, que pueden conducir a episodios depresivos e incluso la muerte.

-¿Cómo luchar contra la soledad? ¿Con qué herramientas se cuenta?

-Lo que se debe hacer es tratar, en primer lugar, de utilizar satisfactoriamente el tiempo libre a través de abundantes y variadas tareas que pueden implicar actividades de dedicación personal, de dedicación familiar o bien implicar actividades sociales, es decir, actividades de inquietud social. En segundo lugar, hay que tratar de apoyarse en la pareja e implicarse en la vida doméstica. También hay que tratar de fortalecer las relaciones y la convivencia familiares y, por último, utilizar todo lo que sea posible los recursos sociales.

-¿Qué actividades son beneficiosas en esa etapa de la vida para seguir adelante?

-Todas las derivadas de la pregunta anterior, desde sacar a pasear al perro hasta colaborar en una ONG, desde matricularse en la Universidad de la Experiencia, hasta colaborar con el Banco de Alimentos.

-¿Puede ser necesario pedir ayuda profesional para superar esta situación?

-Si esta desvinculación del mercado laboral se asocia con problemas físicos, se debe consultar al médico. Pero si lo que se afecta, que suele ser lo más frecuente, es el área psicológica, con síntomas como estrés, ansiedad, pesimismo, soledad, depresión o violencia, el profesional más adecuado para ayudar a esta persona es el psicólogo.

-¿También se pueden apoyar en las personas cercanas? ¿Cómo pueden ayudar en estos casos?

-Lo mejor que pueden hacer es valorar la individualidad de cada ser humano, fomentando las relaciones de vecindad y manteniendo el capital social, es decir, las relaciones sociales, tratando de adaptarse a los cambios generacionales. por ejemplo, incorporando a su día a día las nuevas tecnologías. También es beneficioso crear redes de intercambio de conocimientos específicos, como ocure con ofertas lúdicas como la Universidad de la Experiencia y, por último, ofrecer alternativas de ocio y tiempo libre.