El Tribunal Supremo podría confirmar en medio año la sentencia que condena a 30 años y cuatro meses de cárcel al zamorano I.B.R. imputado por abusar sexualmente de sus hijas durante años, cuando eran menores de edad, y por violar a la mayor sistemáticamente cuando cumplió los 18 años, según fuentes judiciales consultadas por este diario.

Se confía en que la decisión del Alto Tribunal vendrá a confirmar los argumentos esgrimidos por los magistrados de la Audiencia Provincial de Zamora para cimentar su condena, tal y como ya ocurrió con el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Castilla y León. El vecino de la capital está condenado, además, a indemnizar a sus hijas con 30.000 y con 6.000 euros. Los delitos contra la libertad sexual de sus hijas tuvieron lugar entre los años entre 2010 y 2017, de acuerdo en el domicilio familiar, reconoce la sentencia. La Audiencia celebró en mayo la vista oral a puerta cerrada para preservar la intimidad de las dos víctimas, una aún menor de edad y la otra con 19 años recién cumplidos al tratarse de delitos cometidos por el padre contra la libertad sexual.