Inmersa en su segundo Congreso Nacional de Cofradías y Hermandades, Zamora le debe mucho a Luis Cid Fontán. O, al menos, su Semana Santa. Entre los años ochenta y noventa, él fue uno de los grandes precursores de la Pasión zamorana.

Gracias a este dirigente popular presidente de la Diputación y al alcalde socialista Andrés Luis Calvo, la Semana Santa logró la declaración de Interés Turístico Internacional en 1986. Ambos dejaron a un lado los colores políticos para aunar esfuerzos por un reconocimiento universal en favor de la ciudad y la provincia. Solo un año después, Cid Fontán, también con el respaldo de Luis Calvo, impulsó el primer Congreso Nacional de Cofradías de Semana Santa, una cita pionera en España celebrada por primera vez en la capital que el destino ha hecho que regrese a Zamora justo cuando la ciudad llora su pérdida. "Fueron zamoranos y por Zamora, al margen de políticos o al menos con la Semana Santa, eso estuvo muy claro", valora Eduardo Pedrero Yéboles, presidente por aquel entonces de la Junta de Cofradías. "Me parecía un hombre con muchísima calidad humana", apostilla. Pedrero recuerda la grandeza de unos años para la Pasión en los que también se conmemoró el centenario de la muerte del imaginero Ramón Álvarez en 1989 y se fechó la llegada del grupo escultórico de la Santa Cena ya en los años noventa, como apunta la actual presidenta de la Junta Pro, Isabel García Prieto, quien no duda en definir a Cid Fontán como "gran benefactor" de la Semana Santa.

Por todo ello, su labor fue reconocida con el Barandales de Honor en 2012, un premio compartido con su homólogo en el Ayuntamiento Andrés Luis Calvo. La Junta de Cofradías acordó por unanimidad otorgar su máximo galardón a los dos mandatarios por su apoyo incondicional a esta celebración. «Su labor ha pesado mucho», argumentaba en aquel año su máximo responsable, Francisco González Poza.

En declaraciones a este diario, Luis Cid confesaba que «el reconocimiento de algo que huele a Semana Santa para un zamorano es un gran honor». Hermano confeso "de los de fila", el político agradecía «el gesto de los impulsores del Congreso y de los representantes de las cofradías" aunque consideraba que era "poco" merecido. «Únicamente creo que estuve en el lugar preciso en el momento adecuado", decía. «Tanto el Ayuntamiento de Zamora como la Diputación apoyamos el Congreso Nacional, un evento que apetecía realizar tanto en Murcia, como en Valladolid o en Sevilla (...) Hubo un gran equipo organizador, la gente asistió encantada y con el paso de los años lo recuerdo con mucho cariño». Durante su discurso de agradecimiento, Cid se congratuló de recibir esta distinción asegurando que la Semana Santa de Zamora es "la máxima expresión" de la Pasión. "El lugar donde mejor se recrea es Zamora porque se vive en sus calles y la sienten sus gentes".