Las tapas y bares zamoranos vuelven a traspasar fronteras y serán objeto de estudio en Sèvres, una ciudad francesa que se ubica en el área suburbana del suroeste de París. Allí estudia Comercio Internacional Nikolaos Bragado Gennatos, originario de Riego del Camino, pueblo natural de su padre Casto Bragado, ingeniero de Renault en la capital francesa, y allí presentará sus conclusiones tras "escudriñar" durante dos meses los bares de la capital como parte su periodo de prácticas.

El objetivo es realizar un estudio de mercado de los pequeños establecimientos hosteleros que pululan por la ciudad, tomando como referencia "El Rincón de Blanka", el bar que regenta su prima en la calle Villalpando. Cuando se le pregunta el por qué de una elección de análisis que resulta un poco "rara", la respuesta es categórica: "Los bares son un negocio muy importante tanto en Zamora como en el resto de España".

Y "si algo distingue a la hostelería zamorana de la parisina son las tapas", asegura el joven estudiante. Y es que en los "bistro" de la capital gala "o comes o tomas una bebida, sin más, y como mucho te pueden poner unos snacks para acompañar ", explica Bragado Gennatos.

Sin embargo, este universitario de origen español considera que lo que marca la diferencia entre España y Francia a nivel hostelero es "el trato". "En Zamora, la relación entre el camarero y el cliente es muy cercana y cordial, casi es un trato familiar. Desde luego, los trabajadores de la hostelería aquí son muchos más simpáticos", sentencia Nikolaos Bragado. Y añade que "en París te miran por encima del hombro; cuando entras en un bar en el que no te conocen parece que te están juzgando".

La variedad de clientela es otra de las características positivas que observa este parisino de 18 años en la provincia zamorana. "En París, cada bar suele tener una clientela bastante homogénea, pero en Zamora veo que en el mismo establecimiento entra gente joven, mayor, parejas con o sin niños...", señala.

Y para romper tópicos asevera que el hostelero " y se sorprende cuando le aseguran que los autónomos de la hostelería española cierran las puertas del establecimiento muy pocos días al año. "Allí es diferente, tienen más vacaciones, como el resto de trabajadores de otros sectores", añade. Pero la simpatía que reparten los camareros y la variedad de tapas que se se pueden degustar en Zamora, que está en la terna de provincias de Castilla y León con más bares por habitantes, concretamente 4,14 establecimientos por cada mil vecinos, debe ir acompañado de unas instalaciones adecuadas.

"Fundamentales", recuerda Nickolaos Bragado, "una buena calefacción en una ciudad en la que hace frío", y como no, "la limpieza".

"En mi opinión, los bares deben limpiarse todos los días tras la hora de cierre. Por la mañana, debe estar todo limpio. Si un bar está limpio y ofrece una pequeña variedad de tapas, el cliente volverá", resalta el estudiante parisino.

Está convencido de que otro secreto del "éxito" en la hostelería es cuestión de saber utilizar los medios con los que se cuenta y revertir en positivo circunstancias que se consideran negativas. "Por ejemplo, mi prima ha introducido en la lista de tapas caldos caseros, una buena opción con estas temperaturas tan bajas", afirma.

En el resumen que Nikolaos Bragado presentará a sus profesores en Sèvres, la hostelería zamorana cojeará en algo tan vital para la supervivencia de un negocio como es la adaptación a la nueva era digital. "Hay que utilizar las redes sociales", asevera. Entre las propuestas para "animar" el negocio de los bares propone realizar "frayers", es decir, lanzar publicidad gráfica de tamaño mediano.

Y si el bar está cercano a un instituto, como es el caso del establecimiento de su prima, hay que poner en marcha una "fórmula para estudiantes" que incluya tapas y bocatas más baratos. Y es que otro de los consejos del joven estudiante es mantener precios competitivos.

Insiste en que los bares deben estar en las redes sociales... "en Instagram, en Facebook...para informar a los clientes de cualquier cambio de menú, de tapa, de horarios... para interactuar".

Y no solo para vender, si no también para conocer "lo que piensan nuestros clientes de nuestro bar sobre la comida, sobre las instalaciones, sobre el trato..".

"En París decimos que mantener la reputación es fundamental para el éxito de un negocio", resalta el estudiante. Y, en su opinión, el prestigio solo se mantiene "si el emprendedor conoce la opinión de los clientes, para bien o para mal".

Otra propuesta: hacer algo diferente a los competidores. "Ayuda, y mucho", asegura, aunque para este joven, hijo de un emigrante zamorano y de una francesa profesora de español, la simpatía y el buen trato encabezan la lista de recomendaciones para triunfar en cualquier negocio. Y parece que en Zamora, gracia no nos falta.