"Putos polis" y una cara sonriente. Esta vez el lienzo fue la chapa de vehículos aparcados. La presunta autora fue dejando con un spray naranja el rastro de su "fobia a la policía, a personal uniformado", con rayones incluidos, en la carrocería de algunos coches que fue encontrando en el recorrido entre el barrio de Los Bloques, desde la calle de Juan Sebastián el Cano, y el centro de la capital, como en San Pablo.

Los daños ocasionados en marzo de 2017 en 14 turismos, alguno con desperfectos en las ruedas, ascienden a 7.063 euros, de acuerdo con la acusación de la Fiscalía Provincial, que exige para la mujer imputada el pago de esa cantidad, 2 años de tratamiento psicológico, otros dos de libertad vigilada y una multa de 24 meses con una cuota diaria de 10 euros, es decir, 7.200 euros.

La procesada, que negó ser la autora de esas pintadas vejatorias hacia la policía, sufre un trastorno de la personalidad, explicó la fiscal durante el juicio celebrado en el Juzgado de lo Penal, por lo que solicitó a la magistrada que la imponga una condena para obligarle a tomar la medicación necesaria para impedir nuevos incidentes de este tipo.

Y es que no es la primera vez que la zamorana termina ante un juez acusada de efectuar pintadas idénticas a las denunciadas por los dueños de los automóviles deteriorados, en una de las ocasiones, en un pueblo de la provincia. Su última imputación la llegó tras dañar la trapa de un supermercado de la calle de Argentina en 2016, donde tuvo problemas por intentar sustraer artículos. La cajera del establecimiento la denunció. La fiscal recordó que entonces la mujer fue pillada in fraganti realizando la misma pintada: "putos polis", junto a una cara sonriente. El spray era también naranja. Precisamente, la similitud de las pintadas llevó a los agentes a relacionar de inmediato a la imputada con los daños investigados.