Desde ayer las farmacias zamoranas cuentan con un nuevo sistema de obligado cumplimiento por normativa europea para fabricantes, distribuidores y boticarios que tiene por objeto la detección de medicamentos falsificados.

Este nuevo método consiste en la incorporación de dos dispositivos de seguridad en el envase de los medicamentos: un identificador único o código bidimensional 'datamatrix', que identifica individualmente el envase; y un dispositivo contra manipulaciones en el embalaje exterior, que puede ser un sello o un precinto que permite verificar visualmente si el envase del medicamento ha sido manipulado o no.

A partir de ahora, todos los medicamentos deberán pasar este control antes de ser dispensados. El boticario escaneará el código de cada envase y se conectará al repositorio nacional, que estará sincronizado con la plataforma europea, para confirmar que el producto que llega al paciente es el mismo que salió de la planta de producción farmacéutica.