Zamora se ha quedado sola en su batalla por convertirse en Patrimonio de la Humanidad. Otra vez. Las Cortes de Castilla y León decidieron en la sesión celebrada ayer impulsar las candidaturas de las ciudades de León y Burgos, así como la del conjunto "Románico Palentino", pero rechazaron incluir a la capital por "falta de posibilidades". Nadie en la cámara regional defendió los intereses zamoranos y por ello se ha quedado fuera de una instancia que se elevará ante el Consejo de Patrimonio Histórico del Ministerio de Cultura para que, a su vez, dé traslado del documento al Comité de Patrimonio Mundial para su inclusión en la lista.

La propuesta de Castilla y León para incluir a León y a Burgos en el selecto grupo de ciudades Patrimonio de la Humanidad ha sido elaborada por el grupo de Ciudadanos y enmendada por el Partido Popular. Fue el procurador naranja, José Ignacio Delgado, quien explicó que dicha iniciativa "se basa en el estudio de la Unesco que sostiene que las ciudades con más posibilidades para entrar son Burgos, León y Granada", por lo que no se aceptó una propuesta del Partido Socialista para añadir a Zamora en el documento que se va a presentar ante el Ministerio de Cultura.

Burgos y León, por lo tanto, aspirarán "de manera conjunta" a proclamarse en un horizonte de "dos o tres años" como ciudades Patrimonio de la Humanidad gracias al apoyo de PP, PSOE, C's y UPL, sumándose así a los conjuntos de Ávila, Salamanca y Segovia. Mientras tanto, Zamora deberá caminar sola para lograr el sello distintivo de las Naciones Unidas. Un reconocimiento que sí podría tener otra provincia de Castilla y León, dado que las Cortes también han decidido apoyar la candidatura "Románico Palentino", igualmente denominada "Románico Norte".

El parlamento ha considerado, por unanimidad, que esta candidatura del románico de Palencia cumple con los seis criterios exigidos por la Unesco. No obstante, en el debate celebrado ayer, el Partido Popular afeó al PSOE -que presentó la iniciativa- que obviara la riqueza patrimonial de este estilo arquitectónico en el resto de la comunidad. En este sentido, el procurador popular José María Bravo aseguró que el románico "es transversal y salpica a las provincias de Burgos, Zamora y Segovia", por lo que propuso una candidatura "más ambiciosa" que reconociera al románico de toda la comunidad. Algo que finalmente fue rechazado, por lo que, nuevamente, la provincia de Zamora quedó apartada del impulso de las Cortes para promocionar su candidatura al Patrimonio Mundial de la Unesco.

La capital, sin embargo, ha decidido no hacer mucho caso a lo acontecido en sede parlamentaria. De hecho, Christoph Strieder ha asegurado en declaraciones a este diario que la hoja de ruta de Zamora para conseguir el distintivo de Naciones Unidas no tiene nada que ver con lo propuesto para las ciudades de León y Burgos, así como para el "Románico Palentino". La falta de apoyos en las Cortes de Castilla y León, por lo tanto, no ha supuesto ningún contratiempo para el Ayuntamiento, porque el concejal de Turismo considera que el proyecto debe estar bien hilado antes de lanzarse a por cualquier tipo de aval institucional de esta índole.

Cualquiera de las candidaturas, no obstante, tendrá un camino muy duro para poder conseguir finalmente el sello de la Unesco. Y es que, para acceder a la Declaración, el primer paso para cada propuesta es el de estar incluida en la denominada Lista Indicativa, que es un inventario de los bienes susceptibles de ser declarados Patrimonio Mundial en un futuro. Allí debe permanecer al menos un año y posteriormente es tarea del Ministerio de Cultura elevar ante el Comité de Patrimonio Mundial una propuesta por año dentro de todas ellas. Actualmente, en España hay 31 candidaturas en esta Lista Indicativa.