Aumentan los casos de paperas, sífilis, meningitis víricas o hepatitis A, descienden los de salmonelosis alimentarias o varicela y la reaparición del sarampión que se está registrando ya en algunas provincias de la comunidad, como Valladolid, no llega, de momento a la de Zamora. Son algunos de los datos del último informe sobre las enfermedades de declaración obligatoria, normalmente patologías infecciosas de las que se lleva un registro para tomar medidas en caso necesario y evitar males mayores, publicado por la Consejería de Sanidad esta pasada semana, aunque con los datos de 2017. Son patologías potencialmente graves, como las encefalopatías espongiformes o el virus Zika, que en el último año contabilizado no han dejado afectados en Zamora, aunque sí, un caso de cada una, en 2016. En general su incidencia ha disminuido en la provincia de Zamora, con 264 casos menos que el año anterior.

E Paperas y varicela. Es llamativo que siga habiendo casos de paperas (doce frente a cinco del año anterior), a pesar de que la mayor parte de la población está vacunada o ha pasado la enfermedad. La tasa de Zamora, eso sí, es de las más bajas de la comunidad. Sin embargo, la varicela, con 87 casos va en descenso respecto al año anterior, cuando se registraron 264, por la introducción de la vacuna.

E Enfermedades de transmisión sexual. Siguen dándose en la provincia enfermedades de transmisión sexual evitables, como las tres nuevas infecciones de VIH (frente a seis del año anterior), ocho de sífilis (son tres más que un año antes), una de infección por chlamydia y 4 de infección gonocócica (tres menos que un año antes). La shigelosis, una forma de disentería, con un caso en Zamora se transmite por contactos sexuales de tipo oral-anal o por agua contaminada por heces. Lo mismo ocurre con la giardiasis, aunque en este caso el agua suele ser la principal fuente de contagio . No hubo casos nuevos de Sida, frente a los tres de un año antes.

E Ganadería. El hecho de que Zamora sea una provincia rural hace que siga habiendo enfermedades que transmiten los animales. Es el caso de la brucelosis, con un caso en 2017, la campilobacteriosis que se transmite por aves infectadas (aumentó en 19 casos, hasta 58 en 2017) o un caso de fiebre Q. También las hidiatidosis, que se hospedan en los perros, con tres casos en el último año (dos más que en 2016) los mismos que de tularemia que transmiten los conejos.

E Garrapatas. Pueden estar implicadas en los dos casos de enfermedad de Lyme, o el paciente de fiebre exantémica mediterránea (dos casos en año anterior).

E Agua y alimentos. La listeriosis es una enfermedad muy grave por consumo de alimentos contaminados. La criptosporidiosis por comida o agua contaminada solo se ha dado en Valladolid y Zamora, aunque en esta última de cinco casos en 2016 se quedaron en cero al año siguiente. En este aparado figura la salmonelosis alimentaria, con 57 casos frente a los 117 del año anterior, la toxoplasmosis (tres casos, dos más que el año anterior) o la yersinosis (cuatro casos en 2016, ninguno en 2017)

E Meningitis y hepatitis. Solo hubo un caso de enfermedad meningocócica (frente a 3 del año anterior), y siete de meningitis víricas (seis casos más que en 2016). En las hepatitis, aumentaron mucho las del tipo A (nueve casos), se mantuvo la C (cuatro casos) y disminuyó la B (de cuatro casos a uno). La tuberculosis también bajo, de 29 casos a 16.

E Legionela. Hubo seis casos de esta enfermedad en 2017, cuatro más que un año antes. También uno de tosferina, doce de enfermedad invasora por s. pneumoniae y cuatro por haemophilus influenzae.