No una, ni dos, ni tres. Hasta diez creaciones del diseñador zamorano Javier Garduño se exponen desde el viernes en el Madrid Design Festival junto a hitos del diseño como la botella de Coca-Cola o la lata de Cola-Cao.

Después de visitar como un mero espectador la primera edición celebrada en 2018, Garduño vuelve a la capital como expositor en una muestra instalada en el Fernán Gómez Centro Cultural de la Villa y comisariada por la galería de arte La Fábrica. "Habíamos estado de visitantes pero cuando nos llamaron diciéndonos que habíamos sido seleccionados, fue un orgullo", reconoce con entusiasmo.

Bajo el título "Super-Packaging. Diseño al servicio del diseño", la exposición propone un viaje por el pasado, el presente y el futuro del diseño de envases y embalajes en un espacio transformado en un original supermercado que persigue un doble objetivo. Por un lado, ofrecer una experiencia lúdica al público y, por otro, que el espectador pueda analizar los trabajos como un consumidor.

Así, la primera sección permite al visitante echar la vista atrás para remontarse al origen de verdaderos iconos universales como las míticas latas o aerosoles además de las citadas botellas de Coca-Cola y latas de Cola-Cao, diseños sin los cuales "no podríamos entender el paisaje comercial del supermercado", argumentan desde la organización.

Tras este primer apartado, recomendado especialmente para los nostálgicos, el siguiente se centra en el panorama actual, donde Javier Garduño aparece como "uno de los mejores estudios de diseño de nuestro país". Lavernia&Cienfuegos de Valencia o Supperstudio de Madrid son algunos de sus creativos referentes con los que comparte "superficie comercial", pero sobre todo artística. "Somos de los estudios más jóvenes, por lo que juntarnos con gente con tanta experiencia siempre da un feedback muy grande", confiesa.

Una botella en forma de bolo, otra en la que hace un guiño al barro donde crecen las cepas de la vid y otra más rebelde en la que figura una mano con el gesto de los cuernos son algunos de los trabajos realizados para tres bodegas de Toro que aparecen en sus estanterías, donde también encontramos envases para quesos, huevos ecológicos, cafés, jamones o ginebras.

Salvo tres, todos los productos zamoranos. "Son productos de calidad suprema con un diseño también supremo", destaca Garduño en aras de desterrar ese complejo de inferioridad de los zamoranos.

De hecho, tal y como recuerdan fuentes del festival, los diseños expuestos en esta sección muchos de los trabajos recogidos en esta muestra han sido premiados incluso a nivel internacional ya que "mejoran la imagen de una marca, relanzan un nuevo producto o redefinen y acompañan las propiedades intrínsecas de los productos". "Envuelven y mejoran el contenido, aportando soluciones únicas (?) Y en ellos se valora el resultado final del proceso de diseño, incluyendo la producción, transporte, almacenaje, logística, venta y uso por parte del cliente". Como asegura Javier Garduño, Madrid Design Festival será un "buen escaparate" para seguir creciendo.

Una reflexión sobre el futuro del embalaje con un planteamiento que contempla el reciclaje, así como un menor abuso del plástico y sus derivados para reducir la huella de carbono, centra la tercera y última sección de la muestra "Super-Packaging. Diseño al servicio del diseño" que podrá ser visitada hasta el próximo 10 de marzo en la sala de exposiciones del Fernán Gómez Centro Cultural de la Villa de Madrid.