Una conversación de Fernando Jáuregui con Ana Pastor, presidenta del Congreso de los Diputados, fue el germen del proyecto "Los periodistas estábamos allí para contarlo", un libro que recoge la experiencia laboral de 150 profesionales -entre periodistas, fotógrafos y viñetistas- que ayer se presentó en el Club LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA, con la presencia de Jáuregui, coordinador de la obra, y compañeros de profesión como Justino Sinova, Antonio Casado, Jesús Álvarez y Sergio Martín.

"Estaban muy bien todos los faustos que se celebraban con motivo del 40 aniversario de la Constitución, pero expliqué a Pastor que los periodistas habíamos contribuido a esa Transición y sería bueno recoger nuestras experiencias vitales, no para ser ejemplo de nada, sino porque es parte de la historia", argumenta Jáuregui, quien reconoce que su "insensatez" le hizo acceder a la petición de Pastor de coordinar el trabajo. Lo peor fue "gestionar 150 egos", ríe, aunque recuerda que este ingente trabajo "ha sido una experiencia apasionante".

Para él, el papel del periodista durante esta etapa de la historia de España comienza por contar lo que estaba pasando, pero también "por tener un papel más militante que el actual, porque las circunstancias eran otras, teníamos que impulsar una naciente democracia combatiendo al principio una censura brutal, sometidos a ella. Los siguientes años hemos tenido que hacer esa democracia un poco más perfecta, impulsarla críticamente, definiendo una cosa que se llama libertad de expresión, que ahora parece que está en retroceso".

De primera mano también vivió esta época Justino Sinova, quien se siente "afortunado" por trabajar durante los años más intensos de la Transición. Fundador y director de Diario 16, critica que ahora se hable de una manera negativa de esa época "sin razón". Para él, se trató de un cambio del sistema político "por la vía de la reforma, alumbrando desde un sistema autoritario una democracia y eso era una operación que nadie preveía que se pudiera realizar con la eficacia con que se hizo. Realmente, fue una operación que asombró a todo el mundo, que contempló con interés todo aquello que se estaba produciendo".

Así que, ser periodista en ese momento "fue una extraordinaria suerte, y más dedicándose a la información política en un periódico que acababa de nacer casi al mismo tiempo que la Transición, que nos permitió estar en primera fila de observación y vivir aquella aventura apasionante, con nervios pero con un objetivo claro, que era establecer un sistema democrático en España", sentencia.

Antonio Casado, periodista zamorano de Ayoó de Vidriales, también hace hincapié en que lo más importante de aquella época fue "la superación que hizo el gremio periodístico sobre sus intereses como profesión para entregarse a un objetivo superior". Considera que se sobrepasaron aspectos como el derecho a la información o la libertad de expresión "por intereses de mayor cuantía, como fueron la recuperación de las libertades, el establecimiento de un sistema democrático en España, la normalización institucional y la inserción internacional del país", enumera. "Es decir, se sirvió a un interés de mayor cuantía y se recuperó así el hambre atrasada que tenían los españoles de libertad. Se transcendieron los intereses del periodismo en beneficio de un interés general, algo que, por desgracia, parece ya no estar de moda", compara.

Comparando etapas, para Casado la función del periodista en la actualidad pasa "por un compromiso ético con los valores del régimen democrático escritos en la Constitución", aunque reconoce que "por desgracia", también está vinculado a poderes de fuerzas y poderes fácticos, "intereses que no siempre coinciden con esos valores constitucionales", advierte.

De la parte deportiva del libro se encarga Jesús Álvarez, quien considera "todo un privilegio" formar parte de este proyecto, "al lado de figuras de renombre", valora sobre sus compañeros. Reconoce que a él le ha tocado la parte "más amable" de la información de la Transición, la del deporte. "España ha tenido una gran evolución y hemos pasado del clásico 'jugamos como nunca y perdimos como siempre' a convertirnos en campeones en todo, incluso en fútbol, que parecía que era nuestra asignatura pendiente", recuerda.

En la mesa redonda también estaba otro periodista zamorano, Sergio Martín, como invitado al acto, ya que no ha participado directamente en este trabajo. "Yo no estuve allí para contarlo, porque nací en 1977, justo en mitad de toda la vorágine de la Transición, así que soy de la generación de los hijos de la democracia", explica. Aun así, analiza que, desde el punto de vista de los periodistas, se logró obtener un enorme espíritu de consenso. "Eso es algo que se echa de menos ahora", lamenta, al tiempo que se pregunta si dentro de otros cuarenta años los profesionales de los medios podrán también decir que ellos estuvieron en la que ya se denomina segunda Transición. "Ahora veo que hay más batalla por el 'share' y el 'click' que nunca, y eso lo único que hace es separar a los periodistas. La batalla de las nuevas tecnologías lo que consigue es dejarnos en mal lugar", asegura. Unas nuevas tecnologías de las que hacen uso los políticos "porque prefieren ponerse en contacto con la ciudadanía a través de sus redes sociales y no a través de los periodistas. Entre otras cosas, así se evitan nuestras incómodas preguntas", razona. Por todo ello, Martín subraya que "los periodistas no estamos en el mejor momento para ejercer nuestra profesión en libertad".

Entre el público se encontraba el presidente regional de PP, Alfonso Fernández Mañueco, quien quiso reconocer la labor periodística en la Transición. "De este proceso también forman parte con su esfuerzo y trabajo; el mayor logro fue la democracia y la Constitución del 78, que es su mayor expresión y la que nos abrió la puerta de Europa".