Zamora tiene una de las tasas de accidentes mortales en carretera más altas del país. Según Eduardo Polo, jefe provincial de Tráfico de Zamora, y a falta de cerrar los datos oficiales del año pasado, todo indica que la provincia se situó en una tasa aproximada de cien muertos en carretera por cada millón de habitantes -evidentemente, ni han muerto cien personas ni en Zamora hay un millón de habitantes, pero es la manera de calcular la ratio para comparar territorios-. En España la media habla de 39 fallecidos en las carreteras por cada millón de habitantes, casi tres veces menos que en Zamora, siempre según los datos de Tráfico.

Sumada a la distracción y por supuesto al consumo de alcohol y otras drogas, la velocidad juega un papel determinante en al menos el cuarenta por ciento de los accidentes mortales registrados en la provincia de Zamora, subrayó Polo. Motivos como este son los que han llevado a la Dirección General de Tráfico a reducir, a partir de hoy, la velocidad máxima a 90 kilómetros por hora (en lugar de cien) en todas las vías convencionales. En el marco de esta campaña, durante los últimos días se han cambiado más de cien señales en la provincia de Zamora, la última ayer junto al puente de los Tres Árboles.

De vuelta a la velocidad, el jefe provincial de Tráfico aseguró que mientras que la marcha de los vehículos está bastante controlada en vías rápidas -autovías y autopistas-, todavía queda mucho por hacer en las carreteras convencionales. "Ya tenemos identificados ciertos puntos en los que la velocidad se sobrepasa ampliamente y donde tenemos que actuar con radares móviles", aseguró ayer Polo durante la presentación del cambio normativo en el reglamento de tráfico. Dicha labor de vigilancia comenzará a desarrollarse en las próximas semanas. A la par, Tráfico trabaja en medidas para mejorar la convivencia de los turismos con la maquinaria agrícola en las vías convencionales. La diferencia de velocidad entre un coche y, por ejemplo, un tractor, provoca numerosos accidentes al adelantar. "Hay que identificar los puntos más conflictivos y trabajar para mejorar", aseguró Polo.

Por su parte, el subdelegado del Gobierno en Zamora, Ángel Blanco, aseguró que la rebaja de la velocidad máxima en nacionales y regionales "busca que la siniestralidad disminuya, ya que está demostrado que el riesgo es más alto en las carreteras convencionales que en autovía".

Dentro de la Red de Carreteras del Estado, las carreteras con calzada de más de 7 metros de anchura -a las que afecta esta medida- tienen una longitud de 11.856 kilómetros, de los más de 14.419 kilómetros de carreteras convencionales que tiene la Red de Carreteras del Estado. A tal efecto, la Dirección General de Carreteras, a través de sus demarcaciones territoriales, así como el resto de titulares de la vía (diputaciones, y comunidades autónomas) han procedido durante los últimos 30 días a la retirada o cambio de señales con los antiguos límites de velocidad. En total, el número de señales cambiadas en la ha sido de 2.719.