La Audiencia Provincial de Zamora dejó ayer visto para sentencia el juicio contra los seis acusados de la Operación Armagedón desarrollada por la Guardia Civil que descubrió una red de tráfico de drogas entre Zamora y Madrid y desmanteló un laboratorio de sustancias tipo speed y éxtasis en Moraleja del Vino. La fiscal pidió 28 años de cárcel en total, cuatro para todos los acusados excepto dos de ellos, con antecedentes penales por tráfico de drogas para los que solicita seis, mientras que las defensas se mostraron unánimes a la hora de pedir la libre absolución de sus patrocinados por falta de pruebas, ya que más allá de los indicios de la Benemérita apenas se encontró droga para algo más que el autoconsumo y en una ocasión 200 gramos de cannabis y pedir la nulidad del juicio debido a las dudas de legalidad sobre las escuchas telefónicas, que constituyen la prueba fundamental de los agentes, ya que no se han presentado las grabaciones originales, sino solo las transcripciones. La operación se inició por la denuncia de M.C a A. L. al que denunció a la Guardia Civil porque echaba en falta objetos de una nave de su propiedad en la que permitía a su entonces amigo de toda la vida guardar algunas cosas, entre otras productos químicos y del que dijo, iba a comprar droga al domicilio de M.A.C. en La Alberca en la capital.

La Benemérita estableció un dispositivo de vigilancia en el que comprobó el trasiego de personas relacionadas con el mundo de la droga por la casa e interceptó una bolsa de basura que M.A.C. había tirado en un contenedor y que contenía envases como los que se utilizan para las papelinas de drogas así como restos de sustancias estupefacientes. Con estos indicios pidió al juez autorización para pinchar teléfonos y es así cuando descubrió una vinculación entre tres personas de Zamora, el propio M.A.C., A.L. apodado "El Químico" y G.S. de Pozoantiguo y otras tres personas en Madrid, S.F.V, J.S.C., alias "Herencia" y J.L.S.M., alias "El Parrita", quienes intercambiaban droga entre Zamora y Madrid y viceversa entre otras cosas "para abastecer a la ciudad en Semana Santa".

"El Químico" era el presunto fabricante de unas pastillas rosas tipo éxtasis que después distribuiría la red. Sin embargo, la Guardia Civil apenas encontró en los registros pequeñas cantidades de droga y en el laboratorio productos que podrían servir para preparar las sustancias y restos de pastillas rosas. Incluso interceptaron un transporte en Toro, pero en vez de los dos kilos de heroína o cocaína que esperaban solo hallaron 200 gramos en bolas de cannabis.

La Guardia Civil explicó que en las escuchas los delincuentes usaban los coches como claves, pero en ocasiones el lenguaje les traicionaba, como cuando hablaban de traer "un cuarto de coche o medio coche" o cuando se reprocharon material defectuoso "porque se pegaba y se quemaba el papel de plata".

Las defensas por su parte, consideran que la Guardia Civil "primero ha montado un relato y luego ha buscado a los culpables", pero solo tiene "indicios" sin respaldo de prueba alguna. Por ejemplo, en la bolsa de basura interceptada resulta que aparecieron papeles a nombre de un vecino, y no del presunto traficante, con lo que bien pudiera ser que fuera de otra persona. Y "El Químico" dijo que fabricaba jabón, que vendía en Internet.