El filólogo Sergio García García es coautor de la última antología publicada sobre Claudio Rodríguez "Don y aventura (Antología poética) un libro que se presenta mañana miércoles (a las 20.00 horas) en la Biblioteca Pública del Estado, dentro de los actos que impulsa el Seminario Permanente del poeta con motivo del 20 aniversario de su fallecimiento. Además, el acercamiento a la obra tiene lugar la fecha que el zamorano hubiera cumplido 85 años.

-Su interés por la obra de Claudio Rodríguez ¿cómo nace?

-Mi primer acercamiento a Claudio Rodríguez tuvo lugar a través de Manuel López Azorín el otro antólogo y amigo del poeta, quien, siendo yo joven, con unos 16 años, me recomendó leer a este autor, una primera lectura que recuerdo como impactante. Como tiene una obra poética asumible he regresado a él en reiteradas ocasiones y, sobre todo, a raíz de empezar estudios filológicos efectué un acercamiento más profundo más analítico. He ido realizando unas lecturas muchas más interesantes incluso mi trabajo fin de carrera lo dediqué al estudio de la métrica en la poesía de Claudio Rodríguez y pensé ahondar en él en la tesis doctoral, pero es un autor muy estudiado.

-Desde su punto de vista, lo más interesante de este poeta reside en?

-De Claudio se suele decir que es un poeta de altura, metafísico, pero para mí, como lector, es un poeta que ahonda en lo cotidiano, algo que se ve en "Conjuros" y en "Alianza y condena" donde trata temas tan cercanos, como el poema "Como una zumbre de vino", donde habla de la fiesta con amigos, aunque, en el fondo, está abordando cuestiones más profundas. Lo que Bousoño llamaba la alegoría bisémica, este doble sentido. A mí Claudio Rodríguez me ahonda en cuestiones de lo cotidiano, desde la tierra, el hogar y el amor.

-Unos poemas bastante desconocidos.

-Efectivamente. Sus poemas amorosos están en la cima de la poesía amorosa del siglo XX. Son unos seis o siete de una gran belleza y de una gran verdad. En el poema "Mientras tú duermes" hay una imagen deliciosa en la que alude a la piel de la amada cuando se despierta. Consigue dar verdad a través de la palabra a esas cosas que asumimos como cotidianas y que están en nuestra vida íntima y que no nos planteamos cómo nombrarlas.

-¿Cómo surge la posibilidad de ser coantólogo del poeta?

-A través de Manuel López Azorín, con quien mantengo contacto desde que nos conocimos hace doce años. Además de mi trabajo fin de carrera sobre Claudio, he escrito varios artículos sobre el poeta y Manuel y yo siempre hemos hablado del escritor zamorano. Él, desde que empezó a colaborar con la editorial Eirene, tenía la ilusión de hacer una antología para rendir homenaje a su amigo Claudio Rodríguez. Él inicialmente me propuso hacer una pequeña introducción, pero luego hablando me invitó a hacer la antología entre los dos. Es la primera experiencia que tengo en una antología y a raíz de este proyecto me ha surgido otro trabajo relacionado con Claudio Rodríguez.

-¿Cómo ha sido la selección de los poemas?

-Claudio Rodríguez no tiene una poesía muy extensa. En una de las últimas antologías Philip W. Silver sitúa asteriscos en los poemas que Claudio Rodríguez considera imprescindibles en una antología y hemos hecho una selección. Buscamos los poemas más conocido del poeta. Además, también damos cabida a poemas más olvidados, pero que, desde mi punto de vista, tienen que estar, como los ejemplos de poesía amorosa que me parece fascinante. Buscamos un recorrido que pudiera ser lo más representativo de la poética de Claudio Rodríguez. A mayores, está presente el criterio subjetivo que es inevitable. Ahí aposté por incluir el poema "Un ramo por el río".

-Usted es el autor del texto introductorio.

-Me interesaba hacer un recorrido por la poesía de Claudio aunando obra y vida porque la sencillez de su existencia me parece muy interesante. Al conocer ciertas circunstancias de su vida las veía reflejadas en sus poemas, muy escondidas, pero las veía. Como lector y filólogo me interesa quién fue el ciudadano que se esconde detrás de un poeta.

-Esta antología se diferencia de otras ya existentes en varios aspectos.

-Existen muchas antologías porque es un poeta muy trabajado, pero el lector no lo conoce tanto. Ampliamos la lectura de Claudio Rodríguez con la inclusión de tres anejos. Uno corresponde a una selección de poemas laterales, aquellos que el poeta publicó en prensa u otros los dejó inéditos que no incluyó en sus poemarios y los editó Luis García Jambrina. Entre ellos hemos incluido un poema homenaje a Vicente Aleixandre, otro de cuando Blas de Otero va a Zamora o bien uno que dedica a Machado. También nos pareció interesante incluir a Claudio hablando de su propia poesía y en parte de sí mismo. Dado que teníamos la libertad, en cuanto a derechos gracias a Clara Miranda, nos pareció interesante incluirlo porque se ve al ciudadano hablando de su propia poesía.

-También incluyen manuscritos.

-Manuel López me decía que Claudio en sus últimos años estaba muy obsesionado con el nuevo libro "Aventura" y más en concreto con el poema "Cuando la vejez". Al no poder dar por definitivo el poema al fallecer antes, decidimos agregar los borradores o manuscritos de ese poema. En este apartado me parece muy interesante el poder ver la letra de Claudio y cómo trabajaba para desmitificar la afirmación de que es un poeta andariego, como un poeta que escribe caminando, que se pudo aplicar a "Don de la ebriedad", pero en la Fundación Jorge Guillén donde están todos sus papeles, se puede ver que Claudio Rodríguez era un poeta que trabajaba muchísimo el texto y si publicó tan poco fue por su hincapié por trabajar el texto y ellos se aprecia en su métrica.

-Explíquese.

-La gran diferencia de Claudio Rodríguez en la cuestión rítmica, que él menciona cuando ingresa en la Real Academia de la Lengua Española. En ese discurso dice que todo buen poeta tiene que tener un ritmo personal y eso es lo que hace. Yo al analizar sus endecasílabos, el verso que más usa, compruebo que tiene unas posiciones acentuales bastante distintas a las de la tradición y tremendamente personales que repite a lo largo de toda su obra. La originalidad de su ritmo, esta personalidad de su ritmo es donde vemos que hay un poema muy trabajado y una obsesión con el texto.

-Mencionaba que el lector no conoce a Claudio Rodríguez ¿a qué se debe?

-Realmente no lo sé, pero es así. Quizá por la presencia de autores de su generación como Gil de Biedma más cercanos a esa poesía de la experiencia de los años 80, una poesía que desde entonces lleva triunfando y el lector está acostumbrado a una poesía que se entiende con facilidad. La poesía de Claudio habla de las cosas de la calle, pero le han eclipsado Jaime Gil de Biedma, Ángel González o incluso José Ángel Valente.

-Hablaba de un nuevo proyecto relacionado con el poeta zamorano. ¿En qué consiste?

-A raíz de comenzar este proyecto, hace dos años y medio, un día hablando con un amigo portugués que está traduciendo a las voces del medio siglo al portugués, Miguel Filipe Mochila, le comenté mi relación con Clara Miranda y me propuso hacer una antología de Claudio en portugués que será la primera en esta lengua. Para esta publicación tuve que hacer una selección distinta, más breve, y más divulgativa seleccionando los poemas más representativos de la poética de Claudio Rodríguez y aquellos con los que el lector portugués pudiera identificarse más.

-¿La edición será bilingüe?

-Sí aparecen poemas en castellano y en portugués y verá la luz en unas semanas. Miguel Filipe Mochila ha realizado una interesante labor de traducción. De hecho, en un congreso en Cáceres de relaciones luso-hispanas presentamos el proyecto. Miguel ha buscado más que la traducción literal el sentido. Le ha dado muchas vueltas porque pretendía traducir según el sentido que le ha dado Claudio Rodríguez.