En los trece años de existencia del programa Fénix para reeducar a los maltratadores, 56 zamoranos han solicitado participar en esta intervención de forma voluntaria, con un 70% de casos exitosos en la aplicación de una medida que busca erradicar la violencia de género, la que los hombres ejercen contra las mujeres por el mero hecho de ser mujer, según recogen la Ley de Violencia de Género y todas las convenciones internacionales relativas a esta lacra social.

El balance es positivo, en palabras del presidente del Colegio de Psicólogos de Castilla y León, Jaime Gutiérrez, quien declaró que "muchos maltratadores de los que siguieron el Fénix no eran conscientes siquiera de que lo eran, son conductas que han aprendido" y que pueden llegar a modificarse, si se tiene en cuenta el porcentaje de hombres que terminan el programa y se rehabilitan.

Gutiérrez instó en Zamora a los jueces y tribunales a "que obliguen a ser sometidos al programa a los hombres que condenan" por haber ejercido violencia machista contra sus parejas. La decisión judicial permitiría "recuperarles" incluso si son enviados a prisión, ya que en los propios centros penitenciarios también se lleva a cabo el Fénix, puesto en marcha por la Junta de Castilla y León en colaboración con el Colegio, incluido dentro del programa de apoyo a mujeres maltratadas por la Dirección General de la Mujer. El objetivo es rehabilitar a los hombres que ejercen esa violencia machista con sus parejas para anularlas y someterlas.

Muchos de los condenados por este gravísimo delito, que supone una lacra social, "desconocen la existencia" de esta intervención que persigue enseñar al hombre "estrategias" para abandonar esas conductas que suponen una vejación para la mujer.

Los objetivos son poner fin a la violencia física, psicológica y/o sexual; fomentar e incrementar los sentimientos de responsabilidad y autocontrol; desarrollar y mejorar las habilidades de comunicación y la conducta asertiva; que comprenda la consecuencia de la agresión para su víctima; ayudarle a tener relaciones interpersonales desde el respeto y la estima hacia la mujer; promover la flexibilización de los roles de género y romper con los estereotipos, entre otros.

El programa tiene una primera fase de intervención con el maltratador para la evaluación funcional y la realización del diagnóstico, se consensúan los objetivos del trabajo terapéutico que se desarrollará. En ese análisis, se abordan las variables del hombre que se somete al programa y del entorno en el que ha crecido y vive que pueden estar relacionadas con su conducta violenta hacia las mujeres. Se tiene en cuenta cuándo comienzan a detectarse las conductas agresivas respecto de la mujer, los valores que las sustentan, los usos, costumbres y sus experiencias previas, entre otras circunstancias, según la información difundida por el Colegio de Psicólogos.

El 83% de los maltratadores tratados son españoles, el 37% viven en el medio rural; la edad está en torno a los 38 años; aproximadamente la mitad son solteros y la otra mitad son casados, pareja de hecho o separados. El tiempo medio de convivencia de los maltratadores con sus parejas es de unos 10 años y el 66% de ellos fue denunciados por sus parejas.