La restauradora Patricia Ganado, que ha trabajado mucho para la Semana Santa y el Obispado de Zamora, enumera entre las "malas intervenciones" hechas por devotos "con la mejor intención" la de "un Niño Jesús al que le pusieron los ojos de un muñeco Nenuco" o "las uñas de Vírgenes pintadas con esmalte".