La Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) lleva a cabo una vigilancia continuada y exhaustiva de todas las prospecciones que existen en su demarcación. Y lo hace no solo con los empleados en el área de guardería de la cuenca, sino con tecnología punta, como el sistema de satélite que controla las tierras en las que se riega y en las que no y, por tanto, los acuíferos autorizados y los ilegales que pudieran existir en la provincia de Zamora.
Los guardas de la CHD llevan a cabo visitas periódicas por toda la zona de acuíferos, explica el presidente de sindicato COAG, Lorenzo Ribera, "miden los contadores volumétricos, que les indican si te has pasado del volumen de agua concedido, con sanciones cuando esto sucede". La apertura del expediente conlleva ya un coste de 1.000 euros y la sanción va en función del agua extraída ilegalmente: de entre 1.500 y 2.000, la más baja; y de 6.000, la más alta".
En estos momentos, la CHD sólo permite ejecutar lo que se denominan pozos de reparación, efectuados con la concesión ya existente, "se pide permiso para hacer un nuevo sondeo al lado del pozo que ya se tenía, con la autorización de este". El que se deja de usar se ciega con chapa de hierro soldada y es prácticamente imposible que caiga nada.