La sociedad protectora de animales Scooby Zamora está de enhorabuena. Tras muchos años de sufrimiento, de presupuestos raquíticos, de instalaciones vetustas y de pelea continua con el Ayuntamiento de Zamora, finalmente ha conseguido un contrato con el que poder hacer frente al servicio con ciertas garantías. La gestión municipal de recogida y atención de animales ha sido adjudicada a esta organización por un importe anual de 52.000 euros y un periodo de duración de dos años, más otros dos prorrogables. Esto supone prácticamente triplicar los poco más de 15.000 que recibía hasta el momento. Ahora bien, la gestión del servicio será integral y Scooby deberá hacer frente a todos y cada uno de los cuidados de cada animal. El objetivo tanto de la protectora como del Consistorio es claro: sacrificio cero.

La ciudad de Zamora ha eliminado, con la aprobación de este contrato, uno de los puntos negros de la gestión municipal en materia de salud pública. Y es que, como el propio concejal José Carlos Calzada ha reconocido, durante los últimos años se estaba prestando un servicio "a través de apaños". De esta manera, y con un presupuesto suficiente para garantizar la labor de los profesionales y voluntarios que trabajan en el polígono de Los Llanos, la capital podrá afrontar situaciones de abandonos de animales, principalmente de perros, que lamentablemente nunca dejan de ocurrir.

El nuevo contrato especifica de manera íntegra los servicios que debe prestar la concesionaria, Scooby en este caso. Asuntos de obligado cumplimiento como son la recepción de animales y su registro; atención a las visitas de particulares para informar sobre adopciones de cara a facilitar una salida digna para los animales abandonados; ofrecimiento de los cuidados necesarios y alimentación; limpieza del refugio y alojamiento, así como el mantenimiento; prestación de servicios veterinarios para los tratamientos y reconocimientos, incluidas intervenciones quirúrgicas, esterilizaciones y medicación; así como gestión de cadáveres y controles sanitarios en cumplimiento de la legislación vigente.

Con la firma de este nuevo contrato, Scooby consigue algo que durante los últimos años había reclamado y que no es otra cosa que dinero suficiente para poder atender el ingente volumen de animales abandonados.