Un estafador de libro. Escudado en el anonimato de Internet, logró engañar a decenas de consumidores que acuden a las páginas de ventas de segunda mano para conseguir artículos a un precio más económico de los que oferta el mercado. Ayer compareció ya por videoconferencia desde la cárcel -en la que cumple condena ya por hechos similares- ante la magistrada del Juzgado de lo Penal que le condenó a seis meses de prisión por estafar 1.437 euros a un zamorano en agosto de 2016.

La picaresca dio de lleno, en esta ocasión, con un agricultor, quien acudió a una de las páginas web más visitadas para realizar compras ventajosas en busca de una bomba para su tractor. El precio era lo suficientemente atractivo como para picar, el hombre entregó a través de su banco 1.437 euros, pero el pedido nunca llegó. "Cada vez que le llamaba para reclamar la bomba, cogía otra persona", explicaba ayer el perjudicado mientras esperaba el inicio del juicio, que no se celebró porque el acusado reconoció haber cometido la estafa y se conformó con la pena de prisión que exigía la Fiscalía Provincial y con la indemnización al perjudicado, al que deberá pagar la cantidad estafada, además de las costas del juicio. El agricultor denunció en la misma página web de anuncios la estafa, "quitaban el anuncio, pero en nada volvía a colgarlo', manifestó el zamorano estafado, quien terminó por acudir a la Guardia Civil. "Cuando fui me dijeron que tenía más de 30 estafas acumuladas". De hecho, la primera sentencia que le condenó por este delito es de septiembre. El acusado compareció ayer no solo en el Juzgado de lo Penal de Zamora, "lleva toda la mañana declarando en juicios imputado por estafas en Internet", indicaron fuentes judiciales.