Un informe de la Policía Municipal confirma que el joven que provocó la muerte de un hombre al que atropelló en las inmediaciones de la urbanización siglo XXI, en agosto pasado, cuando circulaba en dirección a Molacillos "como mínimo a 160 kilómetros por hora en un tramo que limita la velocidad a 50 kilómetros por hora", según información a la que ha tenido acceso LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA.

La acusación particular pedirá al juez que investiga el homicidio imprudente la retirada del permiso de conducir al acusado, un joven de 23 años, vecino de Molacillos y de iniciales A.R.F., por el riesgo que supone su comportamiento para terceras personas y que decrete su ingreso inmediato en prisión por considerarle un peligro para terceras personas.

La solicitud se basa, además de en las conclusiones del informe de la Policía Municipal, en un acuerdo del Pleno del Ayuntamiento de Molacillos del 23 de diciembre de 216, en el que la Corporación, ante las quejas de los residentes en la localidad, advierte de que este vecino conduce su turismo reiteradamente con exceso de velocidad por el casco urbano.

En el escrito, los concejales de todos los grupos políticos apuntan que el joven, con su conducta, está "poniendo en riesgo los bienes, además de las personas que transitan por el municipio". Los concejales de Molacillos decidieron en el acuerdo plenario comunicar su amonestación al interesado, lo que se hizo en enero de 2017, por tanto, el joven "tenía conocimiento" de las quejas de los habitantes de Molacillos, pero no se recondujo subraya fuentes del caso.

El documento que el Ayuntamiento hace llegar al investigado por un homicio imprudente "alerta del riesgo en el que el joven coloca a los vecinos por circular a más velocidad de la permitida en el casco urbano" de esa localidad próxima a la capital, concretan las mismas fuentes.

El informe de la Policía Municipal, solicitado por el abogado de la familia de la víctima mortal, un jubilado de Telefónica, de iniciales M.C.A y 71 años, natural de Bermillo de Sayago, se ha elaborado a partir de las grabaciones de las cámaras de seguridad de una empresa próxima al lugar del siniestro que captaron al conductor que le arrolló en la carretera de Villalpando la noche del accidente, ocurrido el 24 de agosto, a las 22.00 horas. Los agentes han calculado la velocidad del vehículo que conducía A.R.F. a partir del número de fotogramas que conforman el vídeo, que indican que no redujo la marcha en ningún momento.

Los policías son tajantes al indicar que el turismo que arrolló al vecino de Bermillo circulaba "como mínimo a 160 kilómetros por hora", tras aplicarle el resultado más favorable del examen para el conductor. Esto implica que el acusado conducía a una velocidad que supera entre 110 y 120 kilómetros por hora el límite establecido en esa zona.

La alta velocidad a la que circulaba provocó que la energía cinética del turismo se fuera contra el peatón, cuyo cuerpo se quedó en el mismo lugar del atropello, sin causar apenas daños en el automóvil, ya que el golpe fue muy lateral. El impacto causó la amputación de un brazo de la víctima (que apareció en la parte de atrás del interior del turismo), que lo habría levantado, con toda probabilidad, para hacerle señas al conductor de que aminorara la marcha. Las lesiones fueron de tal gravedad que la muerte fue inmediata, dada la violencia del choque contra el cuerpo del patón, cuyo fémur derecho se le dislocó, saliendo hacia fuera. El atropello del zamorano, que murió en el acto, tuvo lugar cuando iba a cruzar la carretera por una zona no señalizada y avistó el vehículo, momento en el que le habría dado el alto.