María Ángeles Cordero Borges, la primera mujer que asume la Jefatura de la Fiscalía de Zamora, se comprometía ayer, en su toma de posesión, a "perseguir y conseguir el castigo del responsable de violencia de género y doméstica, del corrupto y del que se enriquece injustamente a costa de los demás, del ladrón, del violador, del asesino". Porque no se pueden evitar esos delitos, dijo, pero sí combatirlos y resarcir a las víctimas, por las que "voy a trabajar, las de ahora y las anteriores que siguen en nuestra memoria" para que no se repitan los crímenes, "actos tan abyectos que no tienen cabida en nuestra sociedad, contrarios a la naturaleza humana".

En ese sentido, Cordero Borges apuntó que trabajar por lograr esos objetivos "es primordial en una sociedad moderna e igualitaria, donde deben primar la convivencia y la paz social, el compromiso y el respeto a la dignidad de todos". Por ello reiteraba que pondrá todo su empeño en que no se repitan los delitos, en "que no queden impunes y las víctimas sean reparadas, indemnizadas y restablecidas en sus derechos".

La zamorana rompió una lanza a favor del prestigio de la Fiscalía, -tan cuestionada y empañada en los últimos años tras los casos de corrupción juzgados a nivel nacional-, al manifestar que "voy a trabajar para que la Fiscalía sea conocida como lo que es, una institución imparcial". Al hilo de estas palabras, recalcó que el deber de los fiscales "es velar por el interés público y social, por la defensa de los derechos y las libertades de los ciudadanos", en lo que pondrá especial dedicación desde su nuevo cargo.

La nueva fiscal jefe en los próximos cinco años resumió esos objetivos en la defensa de la Constitución, de los principios básicos de "la libertad, la igualdad y la justicia", esta última "no como un concepto abstracto, sino como realidad efectiva a alcanzar en todas las causas" como "garantes de los derechos de todos" que son los fiscales. Cordero Borges ensalzó "al gran equipo humano" de la Fiscalía, funcionarios y fiscales, que compensa los escasos medios con los que se trabaja en ese órgano.

Y recordó a quienes le precedieron en el cargo, a José María Cabellero y a Rafael de Vega Irañeta, que acudieron al acto celebrado en la sala de lo Criminal de la Audiencia Provincial, sin dejar de lado quien fue su preparador cuando opositaba para entrar en la carrera fiscal, David Rayo, junto al presidente de la Audiencia, Jaime Támara, y al teniente fiscal Arsenio Illán, de quienes aprendió a trabajar "con rigor, prudencia y sentido común". Finalmente, destacó la estrecha colaboración con la Policía Nacional y Municipal, con la Guardia Civil; y con abogados y procuradores, con quienes se comprometió a continuar en esa línea y pidió su complicidad.