Tras 14 años al frente de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), Valentín Blanco Calvo repite como secretario provincial no sin hacer un llamamiento a los más jóvenes para que se impliquen. Y a todo el colectivo, para mantener la unidad e impedir la división que merma la capacidad de lucha, como está ocurriendo en los últimos años.

-Renueva después de 14 años al frente de la Asociación de Guardias Civiles. ¿Esto significa que hay poca inquietud entre los guardias para luchar por sus reivindicaciones?

-Muy poca, sobre todo la gente joven está muy acomodada, han llegado, entre comillas, en época de vacas gordas y el asociacionismo no le importa mucho, se han incorporado con muchos derechos ya ganados y se van asociando poquito.

-Acaba de nacer Jucil con un discurso agresivo, ¿les ha hecho mucho daño en cuanto a afiliación?

-A nosotros nos preocupa luchar por los 300 socios que tenemos en Zamora, un porcentaje bastante elevado, ya que es casi el 50% de los 667 guardias que trabajan en la provincia, de los que el número de afiliados está en 550 aproximadamente. La otra asociación mayoritaria tendrá 60; y la de nueva, no sé, no da cifras. AUGC mantiene al 80% de sus afiliados, se ha dado de baja un 20%, pero no implica que se hayan ido a otra, muchos se han ido porque se han conseguido muchos objetivos y hay cierta comodidad.

-Jucil llega queriendo erosionar la imagen de la AUGC, dando a entender que no están ustedes comprometidos con la lucha por la equiparación salarial.

-Comparo esto con el 15M, es un movimiento de guardias civiles y policías nacionales que aprovechó, para tener protagonismo, la unidad surgida entre ambos colectivos tras lo ocurrido en Cataluña. Nosotros estuvimos presentes, pero ellos rentabilizaron ese movimiento bajo las siglas de Jusapol.

-¿A qué se refiere con el protagonismo?

-Nosotros pagamos autobuses para acudir a las primeras movilizaciones, colaboramos, y se nos prohibió llevar nuestras pancartas. Ahora que nosotros ya hemos ganado en los tribunales el derecho a manifestarnos es muy fácil servirse de ello, hacer populismo, pero cuando había que ir a dar la cara a la puerta de la Dirección General de la Guardia Civil, rodear su sede, cuando fuimos de uniforme o al Defensor del Pueblo, ahí sí que nos la jugamos desde AUGC. Es muy bonito venir ahora a hacer populismo, mentir.

-¿Surgen para desmantelar las asociaciones que existían?

-No, no, ellos tenían otras reivindicaciones. Todos pedimos la equiparación salarial, lo que ocurre es que ellos hacen propuestas que calan muy bien entre los guardias, pero que no pueden llevarse a cabo porque contravienen la Ley.

-¿Dónde estaría esa ilegalidad?

-La subida salarial quieren que sea lineal, unitaria, en el sueldo, pero no puede ser porque los funcionarios tenemos un sueldo en función del grupo al que se pertenece. Exigen que se aplique a guardias de reserva y segunda actividad cuando los Mossos no lo tienen. Tampoco las jubilaciones son equiparables porque yo pago 68 euros al mes por derechos pasivos, mientras que un mosso paga 128, no podemos cobrar igual.

-¿Cuál es su caballo de batalla en ese sentido?

-Estamos luchando para pasar al grupo B de funcionarios, entonces habrá un incremento de sueldo. Hay que basar las peticiones en la Ley, pero la gente se lo cree todo.

-Jusapol logró el respaldo del Congreso a la Iniciativa Legislativa Popular para regular la equiparación salarial con otros cuerpos policiales, la AUGC también lo apoyó.

-La hemos apoyado, pero es un canto al sol, exigen cuestiones que son inconstitucionales, los partidos políticos votaron a favor por la presión,y ahora hay que rectificarla toda. Nosotros ya hemos logrado la subida salarial lineal para 2018 en 200 euros brutos; este año será el segundo tramo; y el tercero, en 2020. Había tres años para la equiparación, hay que confiar en el Gobierno, si no, ¿en quién?

-Jucil exige también que se deje de aplicar el Código Penal Militar a los guardias cuando comenten una infracción.

-Llevamos años reivindicando esto, incluso la desmilitarización del Cuerpo. Y que se cree una policía única porque ahora mismo, tal y como están organizadas las bandas criminales, las características de la delincuencia, nos pisamos unos a otros. La Guardia Civil debe pasar a depender del Ministerio de Interior, no pintamos nada en Defensa, ni el 0,5% de nuestro trabajo tiene que ver con este, solo tenemos carácter militar en misiones internacionales, el resto de actuaciones tiene carácter policial.

-Entre sus reiteradas reivindicaciones figura la mejora de los cuarteles. ¿Hay alguno especialmente deteriorado?

-En el cuartel de Corrales del Vino se ha abierto una grieta en la ventana y se ve la calle. Dicen que está pendiente de que lo vea el ingeniero, si está de vacaciones que las deje. Estamos exigiendo que se actúe ya, tres veces se ha reclamado, creemos que existe un riesgo importante, que puede haber una desgracia, debería precintarse, está para cerrarlo.

-¿Y el resto de instalaciones de la provincia?

-Están fatal también. Unos datan de los años 70 del siglo pasado; y otros de cuando Luis Roldán fue director de la Guardia Civil (finales de los 80 o principios de los 90), cuando hubo muchas irregularidades que repercutieron en la calidad de las obras, esos ahora están dando muchos problemas. El patio del cuartel de Alcañices está indecente, igual que el cuartel de Toro.

-¿Hay alguna intervención en perspectiva?

-En el acuartelamiento de Benavente se invertirán 2,8 millones de euros entre 2019 y 2021 para construir un edificio central de dos plantas, con un subterráneo. Tendrá un inmueble central para tráfico. Ya están hechas las catas, falta el proyecto final.

-La Delegación del Gobierno del PSOE ha ordenado mantener abiertos los cuarteles todos los días. La AUGC pedía justo lo contrario, ¿cuál es la razón de su postura?

-No tiene lógica que tengamos el puesto de Zamora, el de Corrales, el de Venialbo, Moraleja, Muelas del Pan, Carbajales..., todos con un guardia de puertas, cuando hay veces que en el mes no va ni una sola persona a denunciar. Se ha empeñado la delegada en que estén siempre abiertos los cuarteles y eso cuesta dinero porque son edificios obsoletos, y el mantenimiento, tener un guardia perenne, con la falta de personal que tenemos... Los alcaldes los quieren abiertos, ¿qué no funciona?, "me da igual, pero que esté".

-Pero tener el cuartel abierto no implica más seguridad, ¿no?

-Para nada, para nada, todo lo contrario, un guardia que ponemos en el cuartel es un guardia que quitamos de la calle. Nosotros queremos gente en la calle que patrulle, no cerrar cuarteles.

-¿Cuál es su propuesta?

-Queremos que haya un puesto principal en Zamora o en Moraleja o en Morales, con 38 o 40 guardias y tres o cuatro patrullas que funcionen todos los días. En Toro muchas veces no hay patrulla, es triste y lamentable. Hace falta más personal y unificar cuarteles, agrupar unidades, que hay 24, se ganará efectividad y eficacia, habría continuamente dos o tres parejas patrullando, y la presencia policial previene la delincuencia.

-¿Cuántos efectivos más serían precisos en Zamora?

-Como mínimo necesitamos entre 70 y 100 guardias más.

-¿Y medios materiales?

-Se ha mejorado, pero hacen falta más vehículos, renovar flota, chalecos ajustados a la fisonomía de hombres y mujeres; la porra extensible y la pistola eléctrica que reduce el riesgo en las intervenciones de los guardias.