La Audiencia Provincial de Zamora ha confirmado la sentencia dictada por el Juzgado de lo Penal contra el exdueño de la empresa Pevafersa, de Toro, por inductor del robo con violencia que sufrió la que fue su socia, Benita Pérez, en su domicilio de la localidad de Guarrate, a manos de dos sicarios contratados precisamente por Vicente Fernández. A este último le caen dos años de prisión y el pago de las costas procesales, a uno de los sicarios, J.A.P.P. dos años y seis meses de prisión por el delitos de robo con violencia en casa habitada y nueve meses por el de lesiones y su compañero, D.P.B., dos años por robo con violencia en casa habitada. Además los tres acusados deben pagar más de cinco mil euros a la víctima y J.A.P.P., más de doce mil euros por las lesiones y secuelas.

Según la sentencia, Vicente Fernández Manso conoció a los coacusados porque acudieron a su oficina en Toro para cobrarle una deuda de R. A.L. quien los había contratado para tal fin. Tras abonar la referida deuda, les encomendó que acudieran a la vivienda de su exsocia en Guarrate Guarrate para apoderarse del dinero que ésta tenía en casa, que según les dijo rondaría el millón de euros. Vicente les dijo que ese dinero era suyo porque habían tenido empresas en común y les dio detalles sobre la vivienda, entre otros la existencia de una caja fuerte. Les pagó con dos mil euros y 92 monedas de oro que los acusados vendieron en un establecimiento de compro oro sito en la Plaza Mayor de Valladolid, en mayo de 2014.

D.P.B. y J.A.P.P. tras merodear por la zona días antes sobre las 11.25 horas del día 10 de junio de 2014 fueron a la casa. El primero se quedó fuera vigilando y el segundo entró y registró la vivienda en busca de la caja fuerte, que no encontró, aunque se llevó joyas y algo de dinero en efectivo. En ese momento llegó Benita, a la que J.A.P.P. pegó con un revólver de fogueo, pero de apariencia real, parta y el puño para que le dijera dónde estaba el millón de euros, aunque no logró información alguna. Posteriormente J.A.P.P. acudió a Toro para recoger otros tres mil euros que le entregó Vicente Fernández por el trabajo realizado, siempre según la sentencia.