Esta mañana se espera que concluyan las obras que el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias, ADIF, ha llevado a cabo en la estación de Zamora, con el fin de conectar las vías con el nuevo trazado de alta velocidad que sale hacia en norte, hasta Pedralba de la Pradería.

Técnicos y empleados han llevado a cabo durante estos días un trabajo nocturno con el fin de evitar que las obras de conexión a la vía del AVE afectaran a la circulación ferroviaria comercial. De esta forma todos los trenes han podido realizar sus trayectos sin ningún tipo de demoras.

Hasta ahora la línea de alta velocidad llegaba desde Madrid hasta la estación de Zamora y solo un ramal continuaba hacia el cambiador, donde los trenes pasan del ancho internacional del AVE al ibérico de la línea convencional y viceversa. La salida directa de la línea del AVE estaba cortada y culminada con una topera, es decir una estructura de hormigón que hace de tope para impedir que los trenes puedan continuar cuando se acaba la vía. Lo que se ha hecho es demoler la topera con un martillo hidráulico con el fin de dar continuidad a la línea de alta velocidad, que entronca con la vía de tres hilos (es decir, capaz de acoger tráfico de ancho ibérico e internacional) que sale de Zamora en dirección norte. Esa es la vía por donde entrarán los trenes auscultadores y la maquinaria necesaria para llevar a cabo las últimas actuaciones que permitan la entrada en servicio de un nuevo tramo de AVE a Galicia, los 111 kilómetros que discurren entre Zamora capital y Pedralba de la Pradería.

El inicio del período de pruebas está previsto para finales de este mes, aunque falten aún algunos remates en la infraestructura, según la información de ADIF. Por el nuevo enlace ejecutado estos días es por donde ADIF podrá introducir el material ferroviario con el que se realizarán los distintos ensayos técnicos. Entre otras tareas,s e llevarán a cabo las pruebas de carga en los viaductos (los más importantes los que salvan los embalses de Ricobayo y Nuestra Señora de Agavanzal, aunque hay muchos más), así como con las auscultaciones dinámicas y geométricas de vía y catenaria.

Esta fase es necesaria y previa al resto de las actuaciones. En un segundo momento las pruebas se centrarán en la comprobación de los sistemas de seguridad, muy importantes en el caso del AVE y los que determinan en última instancia a qué velocidad podrán circular los convoyes por este tramo. De hecho, está previsto que funcionen con Ertms, que es el que permite circulaciones de 250 kilómetros por hora, similares a las que el Alvia de Zamora a Madrid alcanza entre Olmedo y la capital de España. Cuando concluyan todas estas pruebas será el momento en el que empiecen a circular los trenes comerciales en pruebas, con los que los maquinistas que vayan a trabajar en esta línea se familiarizarán con su trazado. Y una vez completados todos estos pasos, que no se pueden solapar, sino que han de ser consecutivos, es cuando por fin podrá entrar en servicio el AVE hasta Sanabria, que ahorrará notablemente el tiempo de viaje entre Galicia y Madrid y seguramente también beneficie al trayecto entre Zamora y la capital de España debido a la mejora del sistema de seguridad, que permitirá una circulación más rápida hasta Olmedo, desde los 200 kilómetros hora actuales a los 250.