Los fieles zamoranos cumplieron un ritual más en el apretado calendario cristiano de la Natividad de Jesús. Ayer, decenas de ellos acudieron a la Catedral para celebrar la tradicional misa de Año Nuevo igual que siguieron la célebre Misa del Gallo en numerosos templos de la ciudad. La diferencia es que, en este primer día del año, para dar gracias por la llegada de 2019, cubrieron de besos la hornacina que cobija al «Niño de las Lágrimas», una figurita de mínimas dimensiones que encarna al recién nacido, objeto de una devoción inquebrantable entre los zamoranos pese al paso del tiempo.

La pequeña obra del "Niño de las Lágrimas" es, según apunta Juan Manuel Lorenzo Díez, una figura de 4,5x1,5 centímetros que data del siglo XVII y que actualmente se guarda en la Catedral, encontrándose situada a la derecha del altar de la Cruz de Carne. Esta imagen representa al Niño Jesús desnudo, con los brazos cruzados sobre su pecho, la cabeza ladeada hacia su derecha y las piernas semiflexionadas. Su anatomía es sencilla y aún conserva restos de policromía. El Niño reposa sobre una cuna dorada que adornan joyas de diferentes épocas y a su vez guarda el conjunto una urna de plata cerrada con cristal.

La obra procede del convento concepcionista de la capital, donde nació su devoción. Según se cuenta, una de las hermanas novicias tomó la imagen del Niño para sanar a otra que se encontraba muy enferma. Para ello, colocó al pequeño Niño bajo su almohada y la monja sanó, pero la figurilla se perdió. "Fue tras buscarla y no encontrarla cuando se empezó a escuchar el llano de un niño, siendo esta imagen la que lloraba", narra Juan Manuel Lorenzo Díez. "Estos hechos se consideraron milagrosos y la noticia se difundió por la ciudad", añade. El "Niño de las Lágrimas" fue entronizado en el coro del convento el 11 de mayo de 1739 y a partir de entonces se comenzó a venerar cada 1 de enero, siguiendo hoy en día la misma tradición.

Por toda esta historia, cada Año Nuevo decenas de fieles zamoranos acuden a la Catedral para besar a este "Niño de las Lágrimas", como ayer mismo ocurrió en la capital.