Los buenos datos con los que Zamora va a cerrar el año llaman aún más la atención teniendo en cuenta que durante los últimos meses la provincia no ha acogido ningún evento de grandes dimensiones y dinamizador del turismo. Además, se registran en un ejercicio con una Semana Santa más floja que en años anteriores a nivel de visitantes.

Por ejemplo, los más de 260.000 con los que a buen seguro se cerrará 2018 dejan muy atrás los 219.000 que se registraron en el año 2016, cuando Toro acogió la exposición de Las Edades del Hombre, una muestra que pese a todo aumentó la llegada de turistas en unas 20.000 personas con respecto al ejercicio inmediatamente anterior.

Las cifras del año que se despide la semana que viene también superan las del año 2006, que en su día marcaron el máximo histórico. Ese año Zamora acogió una edición de la Europeade, evento que atrajo a muchas más personas de las que se registraron en los ejercicios posteriores. Atrás queda también el ejercicio 2001, cuando otra edición de la Europeade vino a coincidir con la celebración de Las Edades del Hombre, esta vez en Zamora capital. Los buenos resultados de ambos eventos para el turismo de la provincia fueron evidentes -cerca de 230.000 visitantes cuando nunca antes se había pasado de los 200.000-, pero la cifra se queda, ahora también, pequeña. Evidentemente, los efectos de las comunicaciones y, sobre todo, del tren, han sido muy beneficiosos para el turismo.