La Guardia Civil ha ofrecido una rueda de prensa para esclarecer los motivos del asesinato de la profesora zamorana Laura Luelmo a expensas de tener los datos de la autopsia definitiva para poder confirmar la hora y el día de la muerte.

Según el coronel de la Comandancia de Huelva de la Guardia Civil, Ezequiel Romero, Bernardo Montoya, asesino confeso de Laura Luelmo, habría secuestrado a la profesora zamorana entre las 17.00 y las 18.00 horas del miércoles día 12 de diciembre, día de la desparición de Laura. El asesino la habría secuestrado cuando ella volvía del supermercado y, según los indicios que maneja la Guardia Civil, ese mismo día la habría llevado al luegar donde fue encontrado el cuerpo después de haberla agredido con un golpe contra el suelo en el domicilio.

A la espera de conocer todos los datos del informe forense, el coronel Jesús García ha explicado que la agresión sexual habría tenido lugar en el lugar donde fue encontrado el cuerpo, al estar cerca la ropa de Laura Luelmo.

Así fue el seguimiento a Bernardo Montoya

Según los portavoces de la Guardia Civil, Bernardo Montoya fue desde un inicio sospechoso aunque en un primer momento la hipótesis que más se manejaba era la de una desaparición involuntaria de la joven zamorana. Pese a ser sospechoso en ningún momento existieron indicios objetivos al margen sus antecedentes penales por lo que no se centró en él la investigación.

El relato de lo que le ocurrió a Laura Luelmo

El relato de lo que le ocurrió a Laura Luelmo

"No existía una carga provatoria contra él", la Guardia Civil podría haber hecho un registro voluntario al domicilio "pero no hubiéramos encontrado nada" ha reconocido el coronel Ezequiel Romero. Además la Guardia Civil valoró no revelar a Montoya que estaba siendo investigado para "evitar poner en peligro a Laura en e caso de que estuviera retenida en algún lugar".

El jueves 13 de diciembre una patrula de la Guardia Civil que se encontraba en la puerta del domicilio de Laura Luelmo identificó a Bernardo Montoya quien, en ese momento, negó conocer a Laura Luelmo. Desde este momento y tras ver siempre a la patrulla en la puerta de la casa de la profesora zamorana, Bernarno Montoya no volvió a entrar pese a que se acercó a su domicilio en un par de ocasiones "agazapado y escondido".Investigación del entorno del asesino

El sábado la Benemérita comenzó a investigar el entorno familiar de Bernardo Montoya en Cortegana donde reside su padre y hermanas y donde fue visto el vehículo del asesino en la noche del sábado. Las cámaras de seguridad del cuartel de la Guardia Civil grabaron a Bernardo en dirección a Sevilla ese mismo día.

Con el avance de la investigación, los mandos de la Guardia Civil pidieron mandamiento judicial para entrar en el domicilio e intervenir su teléfono, momento en el que se le pone un equipo de seguimiento las 24 horas.

El martes 18 de diciembre, un día después de encontrar el cuerpo sin vida de Laura Luelmo, la patrulla de la Guardia Civil le pone una baliza en el coche y le siguen hacia el Hospital de Huelva donde no para al ver un coche de la Policia Nacional. El asesino vuelve a El Campillo y se adentra en el campo donde abandona el coche y es detenido ante la posibilidad de huír."Nos contó una película"

La primera declaración de Bernardo Montoya estuvo llena de mentiras pero se "autoinculpa" desde el primer momento. Admita haber tomado contacto con ella de camino al supermercado. "Me gustó mucho y por eso quise hacerle entrar en mi coche" confesó el asesino. Bernardo admitió golpearla pero negó la violación.

En el momento en el que se produce la detención se produce la entrada y registro en el domicilio de Bernardo Montoya con el objetivo de "encontrar restos biológicos" de la profesora zamorana.

En esta declaración Bernardo llevó a los agentes hasta el lugar donde se encontraron una manta con sangre y una bolsa con la batería del móvil, un monedero y las llaves de casa y del coche de Laura.Hipótesis de la Guardia Civil

A la espera de conocer la autopsia definitiva, la Guardia Civil trabaja con la hipótesis de que la zamorana fue llevada a la sierra de Huelva y agredida sexualmente allí el mismo día del secuestro.

Para esta hipótesis la Guardia Civil se basa en el último Whatsapp enviado por Laura (16.22 horas), el ticket de compra en un supermercado (17.20 horas) y el testimonio de un vecino que vio el coche de Bernardo Montoya con el maletero abierto (18.10 horas aproximadamente).

En ese espacio de una hora y según la Guardia Civil, Montoya espera a Laura a la salida del supermercado y la introduce a la fuerza en su casa donde la ata y la amordaza. En un momento de descuido del asesino, según su testimonio, Laura patea a Bernardo en el costado y él la golpea contra el suelo.

Momentos después Bernardo la lleva a la sierra de Huelva donde la agrede sexualmente y la abandona. La Guardia Civil todavía no puede confirmar si Laura seguía con vida en esos momentos. Podemos saber, según el testimonio de la Guardia Civil, que "Laura no fue consciente de la agresión ni del sufrimiento".

Los datos de la investigación se completarán cuando se conozca la autopsia definitiva aunque la Guardia Civil confirma: "Sabemos que salió de la casa relativamente pronto y que no estuvo mucho tiempo allÍ".