Una degustación de las distintas variedades de miel de las que se producen en Zamora, desde las más amarillas, procedentes de flores hasta las más oscuras de jara o de árboles, dio la nota de color ayer en la céntrica calle Santa Clara. Los apicultores de la Asociación Zánganos Zamoranos salieron a la calle con su producto y ataviados con los trajes especiales con los que evitan las picaduras de las abejas para pedir fundamentalmente un cambio de las normas de etiquetado de la miel, con unos controles reales detrás, que evite la entrada de producto extranjero, fundamentalmente chino, sin las mínimas garantías de calidad y seguridad que se exige a las variedades nacionales.

El presidente de Zánganos Zamoranos, Christian Mannu Rodríguez explica que "nuestras reivindicaciones son principalmente tres, el origen de la miel con el porcentaje, que no haya sido calentada, pasteurizada y que no haya sido microfiltrada para así saber la trazabilidad de la miel".

Según explica, "está entrando miel principalmente de China o triangulada por otros países y en las etiquetas no informan al consumidor, ponen miel de origen de la Unión Europea y de no origen de la Unión Europea. Eso es decir, básicamente, que es del planeta Tierra". Por ello esta asociación, de la que forman parte 60 productores de la provincia, recomienda a los consumidores desechar la miel que ponga a la vez origen de dentro y fuera de la Unión Europea "por no indicar de forma clara el origen y no garantizar su composición y calidad".

"Queremos que ponga el origen exacto de donde es la miel. En caso de que sea mezclada, qué ponga los porcentajes exactos de cada tipo y así el consumidor puede elegir lo que quiera. En la Complutense han comentado que la miel que entra de China tiene un 20% de adulteración porque utilizan melazas y azúcares para aumentar el volumen y eso no proviene de la miel, con lo cual eso no es miel".

Hace falta, explica el presidente "un control de la miel que entra de fuera, no solo con papeles, sino un control efectivo del producto. Porque en Asia utilizan medicamentos y pesticidas legales en ese lugar del mundo pero no en Europa. Y se sabe que la miel entra con trazas de esos pesticidas".

Pasteurización

Con respecto a la pasteurización, es un proceso que "tiende a desvitalizar los enzimas y las levaduras de los alimentos. La mil no necesita ser pasteurizada, ya que posee sus propios conservantes intrínsecos y bactericidas de forma natural". El calentamiento, por tanto, "solo sirve para poder manipular la miel, manteniéndola fluida. El problema está en que las altas temperaturas alcanzadas durante el proceso de pasteurización reducen drásticamente la calidad de la miel, acelerando la descomposición de sus azúcares originales, pérdidas de aroma o la modificación del sabor".

Hay una plataforma que lucha pro logar un etiquetado claro de la miel.