El cambio en el gusto al pasarse de la abundancia decorativa a la sobriedad por el paso del Barroco al Neoclásico así como la orden de Carlos III de limpiar los templos y prohibir los enterramientos dentro de las iglesias a fin de evitar la propagación de las epidemias representan algunas de las razones que el párroco del templo de San Vicente, Narciso Lorenzo Leal, aporta sobre el encalado efectuado al retablo que hasta ahora se conocía como de la Virgen de las Espadas en la capilla de Nuestra Madre de las Angustias.

Desde hace semanas expertos están interviniendo en el conjunto, dado que unas catas previas habían revelado la existencia de rica policromía. Sin embargo, las tareas hasta ahora desarrolladas, y que se estimaban iban a concluir en fechas cercanas a la Navidad, se han ralentizado por los descubrimientos efectuados y han retrasado la reapertura de la capilla de la cofradía al culto. "Desconocíamos lo que había escondido bajo la cal y lo que se ha descubriendo es una maravilla", sintetiza el sacerdote.

Y es que la actuación ha permitido localizar policromía en los elementos ornamentales del retablo, tal y como se esperaba, a lo que se une los hallazgos de pinturas barrocas, de las que se desconoce la autoría.

En la hornacina que ocupaba la Virgen de las Espadas ha aparecido "un calvario" en el que, pese a que a la erosión que ha sufrido, "se reconoce un fondo historiado donde está el monte Calvario, la ciudad de Jerusalén y los rostros de la Virgen María, pintada a la derecha del Cristo siguiendo los cánones iconográficos, y a la izquierda San Juan", según describe el capellán de la Real Cofradía de Nuestra Madre de las Angustias.

Crucificado

Tras recurrir a grabados ante la carencia de imágenes del estado original del conjunto, en el depósito de bienes que atesora la parroquia capitalina han localizado un crucificado de madera que, por las medidas y por el estilo "coincide con las características" del calvario. El Cristo, cuando concluya la mejora, "volverá a su sitio original según las indicaciones dadas desde la delegación diocesana de Patrimonio" porque "el retablo ha de recuperar su función originaria", pormenoriza el presbítero que subraya que "recuperamos la historia del culto en la capilla entorno a ese calvario".

A mayores, en la parte superior del retablo la intervención también ha dado luz a otra pintura. En la hornacina situada en el ático y que albergaba hasta ahora una imagen de Santa Bárbara han descubierto la pintura de una paloma, símbolo del Espíritu Santo, por lo que esta oquedad "debía de estar ocupaba por una imagen de la Virgen". En este sentido el párroco de San Vicente desgrana que esta circunstancia "encaja perfectamente con una imagen de la escuela de Juan de Juni de la Quinta Angustia que estaba expuesta en la capilla de Nuestra Madre, que se restauró años atrás y que una vez que concluya la restauración se colocará. Hasta ahora estaba aislada, pero cuadra dentro de este programa iconográfico".

Imagen titular

Respecto a la reubicación de la Virgen de las Espadas una vez que concluya la restauración, "le buscaremos un lugar oportuno para que pueda recibir la devoción de los hermanos de la cofradía, de los feligreses y de sus devotos", avanza el capellán de Nuestra Madre que afirma que "tanto la cofradía como la parroquia queremos poner en valor la capilla con las devociones al Señor y a la Virgen en su doble misterio, de Nuestra Madre y de la Virgen de las Espadas".

En estos momentos la talla, que para algunos presenta rasgos propios del hacer de Ramón Álvarez, está "protegida al igual que el resto de imágenes pertenecientes a la capilla de Nuestra Madre", mientras que la imagen titular de la real cofradía preside el nacimiento montado en la capilla de Fátima que será bendecido esta tarde minutos antes del inicio de la eucaristía de las 20.00 horas en la iglesia de San Vicente.