El asesino confeso de Laura Luelmo permanece en la Comandancia de la Guardia Civil de Huelva, donde se cree que continuará hasta agotar las 72 horas, es decir, mañana a las 13.00 horas, salvo que la juez que instruye el caso decida ampliar el plazo si lo cree necesario para esclarecer los hechos, ante las versiones contradictorias que Bernardo Montoya esta facilitando para intentar exculparse del delito de asesinato. Él asegura que dejó a la joven aún malherida en el terraplén junto a la carretera el.mismo día de su desaparición, el 12 de diciembre. La autopsia indica que murió entre 48 y72 horas después de su desaparición.

La juez de Huelva que investiga el crimen acudirá a la reconstrucción de los hechos a cuatro kilómetros de El Campillo hoy y mañana está previsto que le interrogue a partir de las 13.00 horas antes de decidir su ingreso en prisión preventiva y, posiblemente, sin fianza.

Está previsto que hoy mismo se traslade al acusado al paraje en el que se encontró el cuerpo sin vida de la joven, en el terraplen del barranco La Mimbrera, para que relate el lugar exacto donde agredió sexualmente a la joven y cómo se deshizo del cuerpo, según el relato que ha hecho hasta ahora.

La policía científica y los expertos en criminalística de la UCO de la Guardia Civil recogieron en la casa de Bernardo Montoya restos de sangre que resultaron ser de Laura tras su análisis en el laboratorio trasladado a El Campillo. Este hallazgo desmiente, una vez más, la versión del acusado, que negó haber retenido en su casa a la joven profesora zamorana, la misma a la que venía vigilando desde que se instaló el 10 de diciembre en la vivienda de enfrente del delincuente, la misma que los Montoya ocuparon años atrás, antes de venderla a la familia de la compañera de instituto de Laura que se la alquiló.

Todo hace indicar que Laura Luelmo estuvo retenida por su asesino, Bernardo Montoya, en la casa desde la que la contolaba tras su llegada a El Campillo, Huelva. Los restos de sangre de la zamorana desmontan la versión del asesino confeso de la joven de 26 años, quien negó haberla secuestrado y aseguró que la raptó, le maniató y subió a su Alfa Romeo para violarla a las afueras del pueblo. Por concretar está cuánto tiempo pudo tenerla en su casa.