Un 44 % de las mujeres víctimas de violencia de género que se atienden en el ámbito rural padece patología dual, es decir, una adicción y otro trastorno mental al mismo tiempo, según afirmó la agencia Europa Press la coordinadora de la Unidad Funcional de Conductas Adictivas del Servicio de Psiquiatría y Salud Mental del Complejo Asistencial de Zamora, Amaya Caldero Alonso.

La psiquiatra explica que para las víctimas de violencia de género que viven en el medio rural es más difícil mantener el anonimato, y el fuerte control social les dificulta la posibilidad de denunciar. Además, indica que están alejadas de los recursos asistenciales y tienen limitadas sus oportunidades de acceso al empleo, por lo que desvincularse del entorno donde sufren maltrato es más complicado que en los núcleos urbanos.

"Aunque el porcentaje de mujeres con problemas por uso de sustancias es sensiblemente menor que el de hombres, las consecuencias que presentan las mujeres suelen ser más graves", comenta el jefe de Psiquiatría de Salamanca, Carlos Roncero, coordinador de las XII Jornadas de Género de la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD) "Patología dual en mujeres a lo largo de la vida".

Amaya Caldero detalla que el profesional más cercano a la mujer maltratada en el medio rural es el médico de Atención Primaria, "crucial para la detección y para abrir la puerta de acceso al resto de los recursos". "Después, los principales dispositivos para la detección de la patología dual son los centros de emergencia, las casas de acogida y los centros de acción social. Es fundamental el apoyo integral y multidisciplinar a la víctima durante todo el proceso para evitar una victimización múltiple: maltratada, enferma mental y adicta", recalca la doctora.