Las carreteras del alfoz de Zamora se han cobrado la vida de seis de las 14 víctimas mortales registradas en vías interurbanas durante este año 2018. Y si la estadística se extiende a la periferia de Benavente, donde fallecieron cuatro personas por accidente de tráfico, el resultado es que más de la mitad de los siniestros con víctimas se localizan cerca de los dos grandes núcleos de población de la provincia.

El dato es para reflexionar, según han señalado desde la Subdelegación del Gobierno, la Jefatura Provincial de Tráfico y el Subsector de Tráfico de la Guardia Civil. No en vano, la percepción es que los fallecidos en el territorio son gente de fuera, pero la realidad es que son zamoranos que tienen accidentes a escasos kilómetros de las ciudades.

El subdelegado del Gobierno en Zamora, Ángel Blanco, ha ofrecido estos datos junto a los representantes de Tráfico y Guardia Civil durante la presentación de una campaña especial de control de alcohol y drogas al volante que permanecerá vigente hasta el próximo domingo día 16 de diciembre. Y es que, según los datos recabados por Tráfico, en el año 2017 fallecieron cinco personas en siniestros donde estuvieron presentes estas sustancias, lo que supone un dato por encima del 20%. "Por eso insistimos siempre en que, a pesar de los límites que marcan las infracciones y los delitos, la única tasa segura para conducir es 0,0", ha señalado Blanco.

El objetivo de esta campaña, tal y como ha señalado el subdelegado, es el de "concienciar a los ciudadanos que no sólo el alcohol es incompatible con la conducción, sino que otras drogas como el cannabis, la cocaína, las anfetaminas o los opiáceos son sustancias psicoactivas que tienen efectos, en muchos casos letales, cuando después se conduce". Además, ha añadido que "la realización de estos controles preventivos en carretera es, junto con la educación vial, uno de los instrumentos más eficaces para disuadir al conductor de ponerse al volante si ha consumido cualquier sustancia psicoactiva". Igualmente, Blanco ha pedido a la ciudadanía que, si el conductor no es lo suficientemente responsable para no conducir cuando ha tomado sustancias, "que sea la gente de su alrededor quien le diga que no lo haga".

Con el objetivo de que la campaña se generalice también en las vías urbanas, Tráfico ha invitado a los ayuntamientos de más de 25.000 habitantes para que se sumen a la campaña con el establecimiento de controles en sus respectivos cascos urbanos. Y es que, tal y como han señalado los responsables, el problema "nace" en las ciudades, dado que muy poca gente consume en vías interurbanas. Por ello, se antoja tremendamente importante realizar este tipo de controles preventivos antes de que los vehículos salgan a las carreteras fuera de los núcleos urbanos de población en el caso de que se haya producido un consumo.

A falta de poco más de quince días para finalizar el año, la siniestralidad con víctimas mortales en las carreteras de la provincia ha experimentado un importante descenso respecto al pasado año y en ello tiene mucho que ver este tipo de campañas. En el año 2017 se registraron en la provincia de Zamora 22 fallecimientos por accidentes de tráfico, mientras que en lo que va de este año la cifra se rebaja hasta los 17, siendo 14 en vías interurbanas y tres en urbanos. De todos ellos, seis se han producido en un radio de 20 kilómetros a la redonda de la ciudad de Zamora y otros cuatro están localizados en la periferia de Benavente. "Las víctimas no son de fuera, sino que somos los zamoranos muy cerca de nuestras casas", recuerdan las autoridades.