Ha pasado de la música al papel. Del pentagrama a la hoja en blanco. Consideraba que a este mundo de las letras y de lo celta le faltaba un poco de ciencia. Por eso, durante los tres últimos años, Carlos Núñez ha estado trabajando codo con codo con músicos, historiadores, antropólogos, cronistas y un largo etcétera de expertos para dar vida a su primer libro, titulado "La hermandad de los celtas". Una publicación que ya va por su cuarta edición y que el gaitero vigués presentó ayer en el Museo Etnográfico de Castilla y León como prólogo del tradicional concierto de Navidad que ofrecerá hoy a partir de las ocho y media de la tarde en el Teatro Principal.

En un acto presentado por el folclorista zamorano Alberto Jambrina, el artista gallego desgranó los detalles de su "opera prima" de narrativa en la que expone una visión interdisciplinar de lo celta "como una utopía milenaria que, desde hace siglos, ha creado un imaginario universal que hoy sigue siendo una inagotable fuente de inspiración artística". A lo largo de las 552 páginas del libro, Carlos Núñez ahonda desde distintas perspectivas -históricas, musicológicas o culturales- en el origen de un legado que, a su juicio, siempre ha estado rodeado de un halo de magia y de misterio. De ahí que precisara de cierta base científica para darle mayor solidez.

"Lo que hoy sabemos es que todo lo celta no llegó de Centroeuropa, no eran señores con cuernos de vikingo que llegaban tras cruzar los Pirineos sino que era al revés", destacaba ayer ante los medios. A su parecer, la música celta es "la mejor etiqueta de prestigio a nivel internacional para dar a conocer las músicas", también las de Zamora, "zona de la Península muy importante donde encontramos las tradiciones más antiguas desde el punto de vista musical y etnográfico". En este aspecto, el gaitero gallego se deshacía en elogios hacia la riqueza patrimonial intangible de la provincia. "Vosotros vivís aquí en Zamora encima de un verdadero tesoro de patrimonio inmaterial y material que se desconoce en el mundo y la música celta es una ventana maravillosa para darlo a conocer", destacaba.

Con este propósito, el virtuoso músico recordaba que "la música tradicional no debe ser un gueto para unos pocos sino una base sobre la que todos hagamos música". Y citaba a jóvenes artistas como Rosalía, Salvador Sobral o Amaia de Operación Triunfo como ejemplo de las nuevas generaciones que, en lugar de rehuir de sus orígenes, "beben de sus raíces y tradiciones".

La relación de la música celta con otros géneros, instrumentos o zonas de expansión se entremezclan en "La hermandad de los celtas" con anécdotas y experiencias personales a lo largo de su dilatada trayectoria. Con su habitual entusiasmo, sapiencia y didáctica, Carlos Núñez ensimismó a los numerosos aficionados que ayer abarrotaron el salón de actos del Museo Etnográfico y que, a buen seguro, muchos de ellos ocuparán las butacas de la bombonera zamorana durante esta noche en un concierto que prevé "maravilloso" y para el que ya prácticamente no quedan entradas, como también viene siendo tradición en sus actuaciones.