Un nuevo dato demográfico y una pincelada más a un retrato, el de la despoblación en Zamora, que ya se encamina a unas cifras más que delicadas. Lo último: la provincia registra solo 454 nacimientos entre los meses de enero y junio de este año, una media de 2,5 al día. Si se proyectan estos datos hasta final de año es posible que Zamora rompa, una vez más, cifras negativas en lo que se refiere a alumbramientos. Los 454 partos de la primera mitad de este año son la cifra más baja desde que el INE ofrece datos provincializados -1975-, aunque no es descabellado pensar que sea el peor dato en siglos.

Frente a esto, las defunciones. No se han roto los registros del año pasado, pero la comparación entre los datos de bautizos y funerales es dramática. En los seis primeros meses del año han fallecido en Zamora 1.453 personas. Más de ocho al día frente a las dos que nacen. El cruce de cifras indica que, solo por la vía del crecimiento vegetativo, Zamora se ha dejado 999 habitantes en seis meses, camino de dos mil al año solamente por esta vía. Si a esto se le suma el hecho de que muchas personas se marchan por motivos laborales la realidad se vuelve abrumadora.

Hace una década, en 2008 y ya con el drama despoblación llamando a las puertas, nacieron en Zamora 593 bebés en el primer semestre del año. Hace veinte años la cifra fue de 636. En 1988, hace treinta años, nacieron entre enero y junio más de 900 niños. Es decir, hace tres décadas nacían en solo medio año más niños de los que nacen ahora a lo largo de doce meses. Una comparación que muestra que el envejecimiento y la falta de relevo generacional se han convertido en un problema de muy difícil solución para la provincia de Zamora.

¿Por qué se da esta situación? Un análisis de los datos indica que ni las mujeres de Zamora tienen menos hijos que la media del país ni esperan más que nadie para convertirse en madres. La explicación hay que buscarla en las características demográficas del territorio. En Zamora nacen menos niños porque, llanamente, hay menos mujeres en edad de ser madres. Es la consecuencia de un proceso de envejecimiento que afecta principalmente al entorno rural pero que ya se hace también evidente en la capital. La tasa de nacimientos de Zamora, 5,1 por cada mil habitantes, es la más baja del país. Si el número de hijos no es especialmente inferior a la media, la explicación solo puede buscarse en la avanzada edad de la población zamorana.

Los datos son duros con Zamora, pero también lo son con Castilla y León. Si la provincia pierde 999 habitantes por la diferencia entre nacimientos y defunciones, la comunidad se deja 7.857 en seis meses. Un muy mal dato que viene a confirmar lo que ya se sabía: que la despoblación se ha convertido en el problema más serio de la provincia y del resto de la comunidad. En España el crecimiento vegetativo también es negativo.

El INE también revisa al alza los datos relativos al año 2017. De esta forma, Castilla y León presentó un saldo vegetativo negativo al producirse una diferencia entre los nacimientos y las defunciones de 13.470 personas, que indica que la comunidad cuenta con el segundo mayor, solo por detrás de Galicia, con un balance también negativo de 13.517 personas.

El número de nacimientos se situó en 15.509 en la comunidad y las defunciones en 28.978. Además, los matrimonios se situaron en 7.661. Los enlaces civiles ya multiplican por cuatro a los que se celebran por la religión católica.