"Honestamente, Zamora tiene posibilidades de cubrir unas ventanas en el mercado de la fresa a las que Huelva no es capaz de acceder porque las primaveras y los otoños son demasiado cálidos, mientras que aquí son más suaves, con lo cual puede cubrir un periodo de producción bastante interesante, donde los precios están más altos". El que habla es Valentín Sesma Abad, que es un ingeniero técnico agrícola zamorano de 50 años que lleva toda su vida en el mundo de la fresa de Huelva y 24 años en sistemas de hidroponía, un tipo de cultivo que utiliza muy poca tierra.

Esta misma semana Valentín Sesma fue el protagonista de una charla sobre la producción de pequeños frutos en Zamora, organizada por el programa transfronterizo Interreg con el apoyo, entre otros de Frontur y la Diputación de Zamora.

Sesma habló de un tipo de cultivo hidropónico, con el sistema NGS y se centró "en las posibilidades que tiene el cultivo de la fresa en este sistema para la provincia de Zamora. El agua y los fertilizantes son reutilizados de forma continua, con lo cual solo y exclusivamente se emplean los que realmente consume la planta no la que se va por un sitio, por otro o la que se filtra. Se gasta sólo el agua necesaria, no se vierten fertilizantes al medio y es un sistema completamente limpio".

El cultivo se hace fuera de la tierra, por lo que el terreno pasa a ser un actor secundario en este asunto. "Se necesita tierra en cuanto a superficie como tal para ubicar estos sistemas, pero la calidad del terreno pasa a un lugar secundario, ya que se puede cultivar sobre un terreno poco fértil. Puedes cultivar encima de una roca o de un terreno que no sirva absolutamente nada desde el punto de vista agronómico. Hay muchos terrenos en Zamora en estas condiciones, que además son los más baratos", explica el experto.

La empresa NGS es el acrónimo New Grobing System. "Yo trabajo para esa empresa, localizada en Almería aunque hago trabajo en la zona de Huelva y Portugal". Estos sistemas llegan a Zamora "a través de la empresa de mis hermanos", ya que Valentín Sesma pertenece a la familia que gestiona Hortícola Zamorana Green Blue, que lleva cinco generaciones produciendo hortalizas en la carretera de Almaraz, en Zamora capital. De hecho, las jornada que impartió en Zamora incluía una visita a los invernaderos de esta empresa que lleva "tres años viendo variedades, formas, distintos formatos y creemos honestamente que Zamora tiene posibilidades de cubrir unas ventanas en el mercado a las que Huelva no es capaz de acceder, en primavera y otoño, cuando los precios están más altos. Zamora y toda Castilla y León puede llegar a cubrir esa ventana de mercado", afirma.

Desde el punto de vista agronómico este tipo de cultivo "no es complicado, hay muchos agricultores trabajando con él no solo en España sino fuera. Es un sistema sólido, fácil de mantener, viable y robusto".

El sistema se basa en "una superposición de bandas o de láminas de plástico pero a su vez tenemos infinidad de formas de colocarlo en el interior de los invernaderos. Realmente en Zamora hemos sacado un sistema nuevo adaptado a estructuras que se puedan acoplar a esta zona. No son tan complejas como las que podemos hacer en otros países, ni tan simples como las que nos permiten otras zonas. Es un sistema mixto de rotación, que va buscando la posición más apropiada de la luz y es lo que los productores que estuvieron en la charla y la jornada de puertas abiertas pudieron comprobar in situ. NGS rotacional.

Es un sistema que reutiliza el agua y todos los fertilizantes, aprovecha todos los recursos y no contamina, y además es más eficiente. "Su huella hídrica es la más eficiente porque utiliza absolutamente todo el agua y la huella de carbono es muy baja. Su impacto sobre la atmósfera y la contaminación de acuíferos es nula. Solo se gasta lo que necesita la planta para su desarrollo".

"Progresivamente los frutos rojos tienen un valor y en Zamora hay momentos que tienen una calidad que realmente es envidiable", considera Valentín Sesma, convencido de las posibilidades de estos cultivos.