Este pasado jueves 29 de NOVIEMBRE, durante la jornada Ewoman Zamora, pudimos escuchar la experiencia en primera persona de mujeres de éxito. Fue una experiencia rica e inspiradora. Nosotros, el equipo de Cambyo Coaching, nos propusimos acompañar esos ejemplos de vida invitando a todas a las asistentes a hacer una reflexión colectiva sobre el éxito.

Empezamos preguntándoles cuantas de ellas se consideraban persona de éxito, y fue muy sorprendente comprobar que solamente una persona levantó la mano ¡Solo una!

Eso nos retó en gran medida, pues nuestro objetivo para nuestra intervención era que los asistentes acabaran compartiendo con nosotras una creencia: que todas, todas, somos personas de éxito.

Nosotros apostamos muy fuerte por esta creencia, y nos empeñamos en construir todo nuestro trabajo sobre ella, pues, a veces, cuando planteamos un reto, algunas personas miran a sus referentes inspiradores y se motivan a través de ellos, pero también, a veces, podemos boicotearnos y decir “ya, pero ella, ese referente, es una persona de éxito y yo no”. Las etiquetas que nos ponemos a veces nos ponen palos en las ruedas. Nosotros, insistimos, creemos firmemente en que todas somos personas de éxito y se nos metió entre ceja y ceja subir a todo el auditorio al carro de esa creencia.

Propusimos a todas que miraran atrás en su vida e intentaran, a través de una imagen que habían escogido previamente, recordar una historia en la que ellas fueran las protagonistas y en la que hubieran logrado éxito. En un minuto todas tenían su historia, a algunas les cambió la expresión de la cara. Cada una de esas historias es, por supuesto, una evidencia que desmiente la creencia “yo no soy una persona de éxito”.

Pero ojo, no todos los éxitos son iguales, cada uno puede llevar unos ingredientes muy diferentes, y hay tantas recetas del éxito como personas, y una infinidad de ingredientes posibles: para algunas personas conseguir éxito es conseguir confort, para otras estatus, para otras es tener el afecto de la gente cercana, para otros significa obtener seguridad… y así hay una infinidad de ingredientes que pueden componer la receta del éxito de cada uno. “Yo a la mía le pongo creatividad”, “Pues yo a la mía le pongo paz”, “¿Ah sí? Mira, yo también”.

Cada uno tiene su receta. Descubrirla y aceptarla, independientemente de cuál sea la receta de los demás, es sin duda una de las claves del éxito.

Invitamos a todas las asistentes a que, por equipos, compartieran con las demás sus historias de éxito e intentaran averiguar si había algún ingrediente común con el que escribiríamos la receta colectiva de la jornada Ewoman Zamora 2018.

Estos son los ingredientes que lleva la receta colectiva del éxito para las asistentes al evento:

- Creatividad, “pues entendemos que con poco se puede hacer mucho”.

- Amor, hacia uno mismo y hacia los demás porque con amor se pueden conseguir muchas cosas.

- Reto, trabajar con un reto en el horizonte proporciona una gran motivación y es un éxito en sí mismo.

- Paz, pues el éxito se puede entender como el logro de una armonía en el ámbito personal.

- Superación ante el cambio, pues al final lo que nos lleva a sentirnos persona de éxito es haber superado dificultades o alcanzado retos ante los cambios que se producen en la vida.

- Libertad, para elegir los cambios que les quieres dar a tu vida.

- Confianza en uno mismo, a la que se llega superando dificultades y poniendo en valor tus propias capacidades.

- Fuerza para estar y actuar en el mundo.

- Esfuerzo, cuya constatación como factor determinante en la consecución de las propias metas genera una gran satisfacción.

Sin embargo, de la misma forma que una receta colectiva es fundamental para que un equipo de personas llegue donde se propone, una receta individual, la propia e intransferible de cada uno, puede ser una herramienta potentísima para construir un proyecto vital exitoso. Es por ello que, para finalizar nuestra intervención, invitamos a todas las asistentes a pensar en su receta individual y que, a partir de ahí, determinarían el primer paso de un pequeño plan de acción que les permitiera empezar a crear su propia historia de éxito, otra, una más.

Tras ello este viaje de descubrimiento de la idea de éxito de cada uno, volvimos a preguntar cuantas de ellas se consideraban personas de éxito, la casi totalidad levantaron la mano.

Fue un verdadero placer reflexionar con todas las mujeres y hombres que asistieron al evento sobre el éxito, y estamos absolutamente agradecidos a todas y cada una de ellas por compartir su historia, su visión y su sensibilidad con todos nosotros. El éxito, real y auténtico, se transmitió en cada una de las palabras y emociones, que se compartieron.

¡Muchísimas gracias a todas, personas de éxito!